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PARK JIMIN

Y el día de la boda había llegado, no había visto a mi hermoso prometido en todo el día porque a decir verdad me levanté un poco tarde ya que la noche anterior no había podido dormir bien de tan sólo pensar en este día tan esperado.

SeokJin y Jinki vinieron a mi casa a las 11 de la mañana y yo aún seguía en pijama porque aún seguía durmiendo, sin embargo Jungkook ya no estaba a mi lado, solo había una notita en la mesita de noche donde me deseaba los buenos días y un girasol a un lado de ésta, eso fue suficiente para comenzar bien mi día por más que Jin y Jinki hubieran interrumpido mis sueños.

– ¿Es necesario todo esto?– Pregunté mientras Jin me colocaba el tinte rosa en mi cabello, yo no tenía planeado pintarmelo.

– Jungkook babeará por tí.

– Siempre lo hace.– Respondió Jinki para luego reírse a un lado de Jin, era increíble lo bien que se llevaban ambos.

– Papá me dijo que acaba de llegar a Busán.– Hablé cuando me llegó una notificación de un mensaje de mi padre e inmediatamente los nervios volvieron a mí.– ¿Le gustará a Jungkook el tinte? ¿Me quedara bien? no quiero que en el vídeo y fotografías de mi boda me vea como un payaso.

– Vas a ser un algodón de azúcar o una paleta.– Contestó Jinki para luego darme algunos sandwiches y un jugo de naranja, ni siquiera sabía en que momento había preparado eso, pero se lo agradecía porque tenía mucha hambre.

– ¿Dónde esta Jungkook?– Pregunté mientras comía, Jin ya había terminado de poner ese tinte en mi cabello y ahora sólo estábamos esperando a que se impregnara bien.

– Poniéndose guapo, está en mi departamento con Tae, Minho y Kibum.

– ¿Por qué tantos?– Rechisté, no era como si Jungkook se fuera a poner un vestido medieval con un corset mortal en el que iba a necesitar ayuda ¿o sí?

– Bueno, ya conoces a tus amigos, seguramente sólo quieren molestarlo y ayudarlo un poco, como ellos llegarán antes a la ceremonia, se encargarán de todos los detalles que hagan falta.

Asentí comprendiendo mejor las cosas, cuando el timpo que tenía que dejar el tinte en mi cabeza pasó, me metí a bañar y al salir Jinki y Jin ya tenían todo preparado, literalmente todo, hasta mi ropa interior.

– Gracias, pero no era nece...-

– Sólo déjanos consentirte hoy en tu día especial, Jiminnie.– Respondió Jinki con una sonrisa.

– De acuerdo, pero ¿se pueden salir para cambiarme o me tratarán como un bebé también?

– No seria mala...-

– Nos hablas cuando estes listo, por cierto, ese tinte te queda precioso.– Interrumpió Jin a Jinki y finalmente ambos salieron de mi habitación.

Me cambié con todo aquello que ellos habían puesto y por primera vez en el día me miré en el espejo quedando impresionado por lo bien que lucía, Jin tenía razón, ese tinte me quedaba tan bien.

– ¿Ya te cambiaste, Jimin?– Preguntó Jin a través de la puerta, dejé de mirarme en el espejo y abrí la puerta.

– Qué guapo te ves, Jimin.– SeokJin sonrió y tomó mi mano para sentarme en la silla de mi tocador.– Jinki, saca el maquillaje de Tae que está en mi bolso.

– ¿Te robaste el maquillaje de Tae?– Lo miré con diversión.

– Es un caso especial, Jimin.– Jin tomó el maquillaje y desde ahí no me volví a mirar en el espejo, sólo recibía unas cuantas indicaciones de SeokJin hasta que lo miré sonriendo orgulloso después de ponerme un par de pequeños diamantes debajo de mis ojos.– Jinki, tú arregla su cabello.

El mencionado se levantó de mi cama y me miré de frente en el espejo aún sin creer que este era yo mientras Jinki se encargaba de peinar mi cabello para al final colocarme una sencilla pero linda corona de flores en la cabeza.

– ¿Ese soy yo?– Cuestioné impresionado mirando cada detalle que habían hecho los chicos, el maquillaje era sutil lo que le daba un toque delicado y esos brillos en mis ojos lo hacía mirarse aún mejor, Jinki había hecho un buen trabajo con el peinado, pues lo había rizado un poco y la corona de flores blancas que adornaba mi cabeza hacía que no perdiera aquél concepto de delicadeza.– Gracias.– Dije finalmente mirándolos a ambos.

– No agradezcas, pequeño. Fue un gusto, pero ahora necesitamos cambiarnos nosotros, en una hora tenemos que estar allá.

– ¿Una hora?– Pregunté impresionado por las palabras de Jin quién asintió ¿Tan rápido se había ido el tiempo?

Los chicos se tardaron a lo mucho 30 minutos en cambiarse, Jin me dio los últimos retoques colocándome loción y Jinki me entregó mi ramo de flores con tonos rosados que combinaban con mi cabello.

Nos subimos en el auto de Jinki sintiendo nuevamente aquellos nervios que sentía en la noche, o quizás éstos eran un poco más intensos. En menos de 30 minutos llegamos al jardín en el que se llevaría a cabo la ceremonia, mi padre estaba esperándonos en la entrada y en cuanto me vio bajar su mirada decía lo impresionado que estaba por cómo me veía y sus ojos se cristalizaron.

– No empieces a llorar porque lo haré yo también y estropearé el maquillaje de Jin.– Reí levemente acercándome a él.

– Luces divino, hijo.– Sentí su abrazo, ni siquiera supe en qué momento Jin y Jinki habían entrado al lugar anunciando que ya había llegado.– ¿Estás listo?– Me preguntó tendiendome su brazo el cuál sujeté y asentí con una gran sonrisa.

Siempre había estado listo para amar a Jungkook hasta que mi corazón diera el último latido.

Molesto Park • Kookimin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora