capítulo 1

22.2K 1.3K 275
                                    

PARK JIMIN - 8 años.

Era mi pimer día de clases en la escuela primaria. Jamás me habían cambiado de escuela a mitad del ciclo escolar, pero me mudé de casa junto a mi madre, cuando nos mudamos que fue aproximadamente hace unas dos semanas, se me hizo extraño que mi papá no se viniera con nosotros. Mamá me dijo que jamás lo volvería a ver y que así estaba bien, pero papá me dijo algo totalmente opuesto a mamá. No lo entendía muy bien, se suponía que los dos se amaban ¿entonces por qué separarse?

En fin, volviendo al tema de la escuela, me bajé del auto de mi madre y me despedí de ella con un beso en la mejilla para después adentrarme a ese gran edificio azúl. Me encantaba la escuela ya que además de que aprendía, también podía hacer nuevos amigos.

Iba caminando entre los pasillos buscando torpemente mi salón de clases, pero al parecer no iba a buen camino cuando comencé a ver a chicos de grados más grandes por lo que inmediatamente corrí de ahí desviándome de aquella dirección, sin embargo sentí que chocaba con un niño más o menos de mi edad.

JEON JUNGKOOK - 8 años

Lunes. Odiaba los lunes, no me gustaba ir a la escuela porque odiaba levantarme temprano, sin embargo siempre mis padres me obligaban a asistir. Pero hoy estaba de mejor humor ya que traía puestos unos zapatos de charol que me regaló mi abuelo paterno. Adoraba demasiado a mi abuelo, ya que a pesar de su edad aún tenía un buen sentido del humor y a veces jugaba conmigo en los videojuegos aunque él no entendiera mucho cómo jugar. Cuando me dio estos zapatos me sentí la persona más feliz de todas, pues amaba los zapatos de charol.

Estaba por llegar al salón de clases cuando sentí cómo alguien me empujaba por detrás hasta que ambos caímos, él encima de mí.

- Auch...- Me quejé ligeramente para después sentir aquél peso quitarse de mí.

- Oh, en verdad lo si...-

Aquél niño no terminó de hablar al verme levantarme mientras sacudía mi pantalón, el cual había sido ligeramente ensuciado por la caída.

- ¿Ibas a decir algo?- Fruncí mi ceño, ¿no iba a disculparse? ¿Por qué me miraba? Era incómodo.

- Bueno yo...

- ¡Mis zapatos!- Grité cuando miré hacia abajo percatandome de que éstos se encontraban sucios.

- ¿Qué?- ¿Acaso aquél niño era ciego o por qué no podía ver mis zapatos nuevos sucios?

- ¡Los ensuciaste!- Los señalé y él bajó la mirada para luego mirarme incrédulo.

- ¿Y sólo por eso vas a llorar? Son de charol, es fácil limpiarlos y son negros. - Me miró burlón y lo detesté.

- Me los regaló mi abuelo, ¿sabes? son nuevos, y no me los compraron para que un niño tonto venga y me los pise.

- ¿Niño tonto? Por si no lo sabes estaba corriendo y no te ví.

- Pues fíjate por donde andas.- Fruncí mi ceño para después pisar su zapato con un poco de fuerza.

- Oye ¿qué te pasa?- Claramente se molestó pero no me importó y seguí con mi camino hacia el salón.

PARK JIMIN

Tuve que contar hasta 10 para contener mis ganas de empujar a aquél niño por haberme pisado y sólo limpié mi zapato que había sido pisado. Tenía la mala costumbre de correr con los ojos cerrados, aún así muy pocas veces chocaba con alguien, cuando ví a aquél niño pensé que sería totalmente opuesto a lo que demostró ser. Definitivamente parecía el típico niño con dinero que no le importa nada más que su apariencia.

Molesto Park • Kookimin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora