Gabriel Davis

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- Joder, tendría que haber ido - repitió por enésima vez Kailan Golberg.

El hijo mayor de Alex y Hannah, al que consideraba como un primo para mí, no vino al festival porque "no le apetecía". En realidad todos sabemos que no vino porque tenía planes con su novia Callie. Después de que le contara todo lo que pasó al día siguiente en la plaza del barrio, se arrepintió al instante.

- Pues sí, tendrías que haber venido, pero ahora te jodes - respondí.

- Gracias, con amigas como tú, ¿quién necesita enemigos?

- De nada - le puse mi mejor sonrisa.

- Hay algo que no entiendo. En realidad hay muchas cosas que no entiendo.

- Dispara, yo estuve allí. Tú no.

- Hayley, déjalo, ya me siento lo suficiente mal - me reprochó - ¿Como Gabriel conoce tan bien a Harper? Es decir, ella solo habla conmigo porque obviamente soy genial. Pero todo lo que dijo Gabriel, ¿como lo sabe? Siempre se han llevado a matar.

- Eso mismo me pregunto yo. Vamos, soy la persona más observadora del mundo y ni siquiera yo me di cuenta de todo eso.

- Sinceramente chicos - intervino Rebecca que había estado callada hasta entonces - Necesitáis un poquito de humildad.

Kai y yo la miramos confundidos.

- "Soy genial", "Soy la persona más observadora del mundo"... - destacó ella.

- Es que lo somos - se limitó a responder Kai.

- Pues para ser todo eso, sois muy idiotas si no os dais cuenta de lo que pasa. Si Gabriel sabe todas esas cosas de Harper es porque la observa.

- Muy bien, Sherlock, ¿has llegado a esa conclusión tú solita?

- No he acabado Hayley - me reprochó - Lo que no sabemos es porqué la observa tanto. ¿Porqué se preocupa por ella? ¿Porqué en el fondo la considera de la familia? ¿O una amiga? ¿O algo más?

Me quedé pensativa uno segundos, pero fue Kai el que respondió con burla.

- Estamos hablando de Gabriel Davis, Becs. No dudo que se preocupe por ella, pero si lo hace es porque la considera de la familia o una amiga. No es de los que observa a las chicas que le gustan.

Y así era. Mi primo no era romántico ni detallista. No se fijaba en esas cosas. Era muy amigo de sus amigos, siempre preocupado por los suyos, pero no por las chicas. Las trataba bien, no era un mujeriego, ni un capullo, pero tampoco era observador ni se preocupaba más de la cuenta.

- La gente cambia, Kai.

- Puede... - no le dio mucha importancia - Hablando de gente... ¿Qué pasa con Ryan?

- Muy sutil - murmuré.

- Gracias - susurró él.

- Uno, os oigo - enumeró mi mejor amiga - dos, no quiero hablar de eso.

- Vamos, yo ni siquiera sé lo que pasó - insistió el chico.

Rebecca me miró con una mezcla de sorpresa e incredulidad.

- ¿Qué? Soy buena amiga, no se lo conté a nadie. ¿Porqué me miras así? - me defendí.

- Porque eres la mejor amigo del mundo, pero chismosa y cotilla - respondió - No esperaba que no se lo hubieras contado a nadie.

Eso me ofendió un poco, pero dejé que siguiera hablando.

- Está bien, ¿quieres saber lo que pasó?

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