Ojalá

41 3 3
                                    

Cuando estuvo justo enfrente mío, un escalón por debajo de mí - lo que hacía que quedara a mi altura porque obviamente era más alto que yo - se quedó unos segundos en silencio mirándome fijamente.

Finalmente, soltó un suspiro y habló.

- ¿Por qué?

Fruncí el ceño.

- ¿Por qué? - no entendía lo que me estaba preguntando.

- No soy idiota. Te dije que aceptaría y respetaría tus decisiones y que nos seguiríamos viendo hasta que tú quisieras. Y te juro que si no sospechara que hay algo más te dejaría ir sin más, me guste o no, pero te conozco más de lo que crees. ¿Por qué no quieres que nos sigamos viendo?

Tragué saliva. Mierda.

¿Que se suponía que tenía que decir?

- Solo dime la verdad - añadió como si me hubiera leído la mente - No voy a juzgarte y lo entenderé. Tú solo... dilo.

No tenía escapatoria.

En realidad siempre hay escapatoria. Podría haberme ido sin más, nadie me retenía. Pero no quería hacerlo.

Ethan tenía razón, había un motivo y ambos nos merecíamos al menos que fuera sincera.

- No sirvo para esto - dije alzando los brazos y dejándolos caer - Puede que te parezca una niñata o poco madura pero simplemente no sirvo.

- ¿Para qué exactamente?

- Para lo que sea que estemos haciendo.

- Hayley si es porque estás confundida o tienes algún tipo de inseguridad o miedo...

- Te vi - le interrumpí.

- Vale... - él esperó que dijera algo más pero no lo hice, ni siquiera había querido decir eso - ¿Puedes ser más explícita? Porque no entiendo nada.

- Te vi con Jess.

En un primer momento parecía como si él no supiera de qué estaba hablando hasta que todo le encajó.

- Hayley...

- Ya lo sé. Habíamos quedado en que nos podíamos seguir viendo con otras personas y lo entiendo, de verdad. Yo lo acepté. Ambos estábamos de acuerdo. No tengo derecho a reprocharte nada y no lo estoy haciendo, Ethan, te lo juro. Es solo que no es lo que quiero. Y de verdad que no pasa nada, no hay rencor. Lo dejamos aquí y listo y...

- Hayley - menos mal que me cortó porque yo no podía dejar de hablar - Tú quedaste con un chico ayer.

Ya, bueno, sobre eso...

- No lo hice.

Me sentía totalmente avergonzada pero estaba decidida a decir toda la verdad y no había vuelta atrás. Sé que probablemente estés sintiendo vergüenza ajena, amiga, así que imagínate como me sentía yo en ese momento.

- Cuando hablamos por teléfono y me dijiste que no podías quedar porque ya tenías planes, yo... solo... no sé porque lo dije.

Me tapé la cara con las manos. Si yo no lo veía, él no me veía a mí.

Dios, eso es tan estúpido.

¿Y qué hizo él?

Sí, reírse. Reírse a carcajadas.

Lo miré claramente enfadada.

- Adelante, ríete de mí. Soy patética.

- No eres patética, Hayley - dijo intentando dejar de reír.

¿Cuál es tu nombre? #CETS3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora