¿Cuál es tu nombre? #CETS3

Puño y letra

Vuelta al presente

- ¿Qué pasó con Hope? ¿Y con tus padres? Dime que lo arreglaron, por favor - pregunta impaciente Jules.

- Vamos por partes - dije haciendo un gesto con ambas manos de "frena, amiga"- Lo que pasó con Hope, no soy la persona indicada para contártelo. Te lo tendría que contar ella.

- Ya, bueno... con todo lo que ya has contado del resto... - me reprochó Hayley.

Me encogí de hombros.

- Pero esto es muy personal y no solo le afecta a ella. Hay más personas implicadas - expliqué.

Hayley rodó los ojos, como si aquello no tuviera ningún sentido.

- En cuanto a mis padres...

Regreso al pasado

Mamá llevaba tres días quedándose en casa de Alex y Hannah. No quería preocupar a mis abuelos así que evitó ir a su casa, y las cosas en casa de mis tíos Shane y Elena no estaban nada bien.

Mi padre estaba destrozado. Yo seguía enfadada con él pero eso no quita que me doliera verlo así. Me constaba que le había pedido perdón a mamá pero ella le contestó que necesitaba tiempo.

Yo llevaba los mismos tres días casi sin hablarle y Alec y Caleb no sabían muy bien como actuar. Echaban de menos a mi madre y culpaban a papá de que se hubiera ido de casa pero no podían enfadarse con él.

- Tienes que hablar con él, Boo - dijo mi hermano Alec desde la puerta de mi habitación.

La cabeza de Caleb asomó por encima de su hombro mientras asentía.

No estaba siendo la mejor época para mí. Entre la adicción de Ethan, la ida de mi madre y el cabreo con mi padre, mis hermanos no sabían como acercarse a mí e iban con pies de plomo. En otro momento, hubieran entrado en mi habitación sin miramientos pero ahí estaban los dos, en el quicio de la puerta sin atreverse a dar un paso más.

Quise decirles que se metieran en sus asuntos y me dejaran en paz, pero cuando los miré no pude hacerlo. Alec lo estaba pasando igual o peor que yo. Intentaba ser fuerte y por eso a mí a veces se me olvidaba que yo no era la única persona que quería a Ethan.

Me levanté de mi cama y salí de la habitación sin decir nada, en busca de mi padre. Me sentía impotente, por más que lo intentara no podía hacer que Ethan dejara de recaer, ni que mamá volviera a casa, pero podía hablar con mi padre.

Lo encontré sentado en una silla de playa que teníamos en el pequeño jardín.

- Creía que lo habías dejado hace años - murmuré cuando lo vi con un cigarro entre sus dedos.

- Solo fumo cuando estoy agobiado - explicó como si nada - Y no, no voy a darte uno.

Lo miré con los ojos abiertos.

- Sé que fumas de vez en cuando, Hayley, no soy idiota. Y a riesgo de que te enfades aún más conmigo, no voy a ceder. No soy un buen ejemplo - señaló su cigarro - no solo con lo de fumar, no lo soy en general, pero eso no significa que os vaya a dejar cometer los mismos errores que yo.