~Nunca había guelido droga.~

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Se marchó hacia los dormitorios a paso ligero.

No quería aceptarlo, no quería que nadie viera esa faceta tan vergonzosa pero no podía evitarlo.

La sensación de la mejilla cálida de el pecoso contra sus labios le había hecho sonrojarse como nunca había sucedido. El recuerdo del olor fresco de su cabello y la respiración temblorosa le tenía los nervios de punta.

No podía creer que él hubiera dicho algo tan vergonzoso y atrevido como declararle a Deku que quería todo de él. Había sido un impulso por los celos que sintió al pensar que Shinsō podía besar sus labios, algo que jamás permitiría.

Su corazón no dejaba de latir con fuerza contra su tórax. Ahora debía continuar con el plan y para eso sabía que necesitaba ayuda.

Odiaba pedir ayuda pero esto lo ameritaba y sabía a quién debía acudir, o mejor dicho. A quienes.

La tarde avanzó rápido, no volvió a encontrarse con Deku de nuevo al parecer el peliverde estaba entrenando de nuevo. Sonrió al pensar en ello.

Era algo gracioso notar como ahora caía en cuenta que esa era una de las cualidades que más le gustaba de Deku, el hecho que el peliverde fuera tan esforzado y siempre estuviera tratando de mejorar, le ponía. De verdad que le ponía, recordar en sudoroso y sonrojado rostro de Izuku, con la respiración agitada y el cabello levemente humedecido provocaba que su mente viajara a imaginarla de esa misma manera pero sin ese molesto traje verde. Sin contar esa sexy actitud que salía a la luz cuando no se daba por vencido.

Mierda, ¿cuando salieron estos pensamientos pervertidos?

No lo sabía, sólo entendía que en definitiva no permitiría que nadie viera a Izuku de esa forma, él sería el único que podía tocarlo desde ahora y para siempre. Un escalofrío recorrió su cuerpo, si la piel de la mejilla del chico se había sentido tan bien contra sus labios no podía ni asimilar cómo se sentiría el resto de su cuerpo.

-¿Bro? ¿Estás bien? - Kaminari se acercó a él con el ceño fruncido.

-Ha estado como idiota desde la tarde, debe de haberse metido droga. - Comentó Sero antes de reírse. El rubio lo miró mal.

-Bakugō no haría eso, pero al verlo así me hace dudar.- Kirishima miró preocupado a su amigo, desde hacía un rato tenía la vista puesta en el horizonte.

El rubio eléctrico se río antes de sentarse en el regazo de su novio, el pelirrojo lo recibió con gusto, plantando un beso en su mejilla. Denki sonrió abochornado cuando el otro posó las manos en sí cintura acercándolo más a su cuerpo.

Katsuki miró intrigado la forma en la que esos dos se comportaban. ¿Acaso a Deku le gustaría hacer ese tipo de cosas? ¿Toquetearse en público y toda la melosidad?

No sabía nada de esas mierdas así que empezaría con la segunda fase del plan.

-Voy a dormir. - Murmuró con pereza.

Los chicos no dijeron nada, era típico de él que solo se fuera y ya, sin embargo, Katsuki no iba a dormir, de hecho lo iba ni a su habitación.

Sabía que las chicas solían reunirse los lunes, el grupo de babosas le encantaba una serie que había empezado hacía un tiempo por lo que sabía perfectamente que se encontraban en la habitación de Mina. Caminó con pereza hacia el lugar, sinceramente no quería ir pero su orgullo y como novio y su futuro con Deku dependía de los consejos mamones de las seis pendejas de su clase.

El Mejor Novio.|KatsuDeku|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora