~Bitch, don't try it~

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Se termina de secar el cabello y aplica la crema de siempre. 

Inevitablemente sonríe al recordar las manos de Katsuki masajeando sus cabellos suavemente al ponerle la crema. Aún no puede creer aquello y al recordar que debe ir a la habitación del rubio en solo unos minutos se sonroja.

¿Acaso Katsuki quiere que pasen un rato juntos?

¿O es algo más?

No quiere ni imaginarselo pero su estómago se llena de nervios al pensar demasiado, se siente tonto e inexperto. Luego de seguir su rutina de noche toma las llaves y su teléfono, cierra la puerta y camina hasta las escaleras, despacio por vergüenza a llegar demasiado antes y recalcar la ansiedad que le invade al pensar en estar de nuevo en el cuarto de Katsuki.

Recuerda que las dos últimas veces que había estado ahí no había salido demasiado bien, esperaba que ahora que ambos estaban más seguros de sus sentimientos pudieran tener una charla adecuada y ninguno dijera algo estúpido.

Katsuki esperaba nervioso.

Pensaba que había salido demasiado tarde de la ducha y no escuchó a el peliverde tocar la puerta pero apenas había durado quince minutos y ahora era más tarde. Sus malditos instintos puntuales le hacían retorcerse al ver que habían pasado treinta y cinco minutos e Izuku había dicho trienta.

Respingó casi botando su celular cuando tocaron la puerta. Caminó y abrió, topándose con una imagen que lo hizo enfurecer.

-¿Por qué mierda estás vestido de esa forma?- Preguntó de manera brusca, Izuku solo miró su cuerpo vestido con una camisa normal, sus pantalones cortos de chándal y las pantuflas.

-¿Qué malo tiene?- Dijo avergonzado, él no le veía nada malo a su ropa.

-"¿Quí mili tiini?"- Katsuki lo imita con enojo y lo jala del brazo haciéndole entrar a la habitación y tirándolo en la cama. - Acabas de pasar una horrible infección y andas con esa ropa tan ligera ¿acaso quieres tener una recaída?- El rubio se volteó hacia su armario buscando entre su ropa hasta sacar una sudadera negra con naranja y se la tiró en el rostro. - Póntela.-

Izuku admiró la prenda entre sus manos, sonrojándose por completo. El chico pretendía que él se pusiera algo suyo, sin importarle nada más, solo quería que él no llevara frío para evitar que se enfermara más.

-G-gracias.- Murmuró quedito. 

Pasó sus brazos por las mangas y metió su cabeza hasta que estuvo metido por completo en ella. Se sonrojó al sentir como todo el olor de Kacchan invadía su nariz, deleitando por lo fresco y picante de ello, al parecer Katsuki había usado esa prenda antes y aún no la había lavado así que el olor era más fuerte. 

-¿Qué pasa?-Gruñó Katsuki al ver como Izuku se había quedado ido.

Admiró como la sudadera le quedaba un poco más grande de lo que le quedaba a él, su cabello se había despeinado más al ponersela y sus mejillas estaban rojas. Se veía tan tierno que necesitaba apretarle los mofletes hasta quedar saciado. 

-Es que huele a tí.- Suspiró Iuku, tapándose la nariz con la tela y aspirando descaradamente el olor

-Tch, no la había lavado,  te puedo dar otra.- Ofreció a vergonzado, quizás olía a sudor. El pecoso rió.

-¡No! Me gusta el olor de Kacchan, es relajante.- Bakugo se sonrojó por la sonrisa descaradamente feliz que Izuku le daba. Bufó.

-Eres un idiota, solo sabes decir cosas vergonzosas.- Su mano se movió involuntariamente al cabello despeinado acariciando los rizos de los que se había enamorado el día anterior.

El Mejor Novio.|KatsuDeku|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora