~Isaac quiere leer mis porquerías.~

22.9K 2.5K 1K
                                    

-V-veo que ya calentaste.- Comentó Katsuki tratando de disimular la mirada al culo de su novio y respirando profundo para controlar cualquier pensamiento vulgar.

-Ah, Kacchan.- El peliverde se volteó hacia él sonriendo. Katsuki solo pudo pensar en esa misma frase siendo pronunciada en otro contexto y otro tono de voz.

Maldita sea, Katsuki, controlate.

-Puedes calentar, acomodaré estas cosas.- Sugirió mientras se dirigía a la pila de colchonetas para acomodarlas en la piso.

Debía ablandar un poco el suelo, la levitación aún era bastante difícil por lo que siempre terminaba dándose de cabeza contra el cemento. No quería tener más moretones de los que ya tenía por todas partes, debido tantas caídas por el mal uso de su quirk.

El rubio se movió, tratando de mover su cuerpo y cabeza muy lejos de los pensamientos inapropiados que estaba teniendo ahí.

Es decir, se trataba de Deku. El maldito era un puto inocente que se avergonzaba y ponía rojo por prácticamente cualquier cosa levemente sexual, él no podía simplemente corromperlo o hacerlo sentir obligado a satisfacer sus deseos si él no quería. No quería hacerlo sentir incómodo.

Él debía controlarse todo el tiempo que fuera necesario para avanzar ese paso cuando ambos estuvieran lo suficientemente seguros y cómodos con la idea. Por el momento su mano y su imaginación serían sus mejores amigos y justo ahora tenía bastante material. Deku en esos leggins sería su tortura por un tiempo. Suspiró, ahora debía concentrarse en ayudar al peliverde a realizar ese entrenamiento.

-Bien, empecemos.-

Katsuki ayudó al peliverde a estabilizarse en el aire, a maniobrar y a tratar de implementar sus otros quirks simultáneamente. Sonrió orgulloso de su rival cuando pudo lograrlo, el maldito era demasiado inteligente y veloz aprendiendo.

- Ahora, luchemos.- Izuku sonrió aceptando el desafío.

Ambos se lanzaron al ataque con velocidad, implementando sus técnicas a la máxima potencia, evaluando las situaciones, luchando vorazmente, con toda la intención de ganarle al otro. Para ellos no importaba su relación amorosa en ese momento, Izuku y Katsuki habían llegado a un acuerdo había tiempo, su amor por el otro no dejaría la rivalidad. Ambos querían ser el número uno y no importaba cuanto se amaran, si eran amigos, novios o esposos, la rivalidad entre ellos era algo fundamental en su relación y sabían que si alguno cedía al menos un poco el otro se sentiría eternamente traicionado.

Su rivalidad, compañerismo, amistad y respeto eran totalmente necesarias entre sí, era lo que conformaba el inmenso amor que sentía el uno por el otro.

Katsuki ganó muchas veces, Izuku solo algunas. El incremento de poder lo tenía levemente abrumado por lo que a veces se descontrolaba y Katsuki terminaba por derribarlo aprovechando la debilidad.

Sin embargo, en un momento, la suerte estuvo de lado del pecoso. Con un rápido movimiento tomó una de las muñecas de Kacchan, pasándolo por encima de él hasta hacer chocar su espalda contra el suelo y luego subiéndose sobre él para inmovilizarlo por completo.

- Gané.- Suspiró agitado, con las mejillas rojas y el sudor manchando su rostro. Katsuki bufó.

- Solo esta vez.- El pecoso rió, dándole una linda vista a el rubio.

El Mejor Novio.|KatsuDeku|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora