~Bailo canciones Turcas, si me pagan.~

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-¿En serio lo quieres?- Preguntó el peliverde mirando a Katsuki. El rostro de el rubio estaba demasiado rojo, respiró profundo antes de asentir.

-Mételo.- Las esmeraldas lo miraron emocionadas, no podía creer que Kacchan lo hubiera llamado a su habitación para algo como eso.

-Va a doler mucho.-

- No soy un debilucho, Deku. Mete esa mierda, ya.-  Izuku dejó un beso en su mejilla antes de continuar.

-Creo que deberíamos usar algo para que entre más fácil.- Bakugo resopló.

- Solo hazlo ya, maldición.

Su manos temblaban nerviosas, sentía su pulso acelerado y el sudor recorría su cuerpo, justo como el rostro de Katsuki. El cual tenía una mueca de dolor y concentración, su cabello estaba muy despeinado. Sonrió.

-Seré gentil, solo respira profundo.- Katsuki le dedicó una mirada de irritación antes de sonreír un poco.

-Siempre quise hacer esto, mételo ya.-

Izuku  vió como la punta penetraba la piel, haciendo que un poco de sangre saliera y la cara del rubio se arrugara, mordiendo sus labios para no lanzar una maldición. Cuando todo estuvo adentro suspiró. 

- Listo.- Ambos se sonrieron antes de escuchar como la puerta se abría.

-¿Lo hicieron?- Preguntó el pelirrojo entrando por la puerta con una gran sonrisa, su novio a la par también les sonrió.

-Puta mierda, sí.- Sonrió satisfecho, tocando el lóbulo en donde su novio acababa de poner el piercing.

-¡Kacchan! ¡No lo toques que se va a infectar!- Regañó Izuku.

Los chicos rieron. El rubio había llamado de imprevisto a su chico pidiéndole que corriera a su cuarto porque tenía una misión muy importante para realizar. Izuku no sabía qué era tan importante pero aún así corrió a la habitación para toparse con que su novio quería que le perforara la oreja. Estaba muy emocionado de que Bakugo le confiara algo de ese nivel.

Ahora un pequeño arete negro estaba en la oreja del rubio, casi no se notaba si no levantaba su cabello. Sonrió.

- Te ves sexi, prometido.- Susurró en la oreja de Kacchan haciéndolo sonrojar.

-Maldita sea, Deku, sabes que no quise decir eso.- Izuku se burló, del rubio dejando un pico en su labios.

- Pues mal por tí porque ahora estamos comprometidos. - Le sonrió.

El corazón del rubio saltó es su pecho al mirar la gran sonrisa de Izuku. Había pasado un poco más de una semana desde su proposición, en el momento ambos se había quedado sin habla, tan solo mirándose fijamente antes de soltarse a reír. El pecoso tan solo atinó a tirarse encima del rubio y abrazarlo mientras reía.

Katsuki le había tratado de aclarar que era una confusión, que por culpa de sus madres se había confundido de palabras pero el peliverde no lo dejó retractarse para hacer la verdadera petición, y por eso ahora estaban oficialmente comprometidos, aunque nadie lo sabía en realidad. Para los demás ya eran novios de nuevo, pero entre ellos estaban un paso más cerca de la boda.

- Es bueno ver que estén tan felices.- Comentó Denki mientras caminaban hacia el elevador los cuatro. Kirishima sonrió.

- Su relación se volvió tan masculina ahora.- Dijo reluciente. Izuku sonrió y Katsuki bufó. 

Dos de los chicos se detuvieron en el segundo piso. - ¿No iban para abajo?- Katsuki negó.

- Hoy toca dormir en el cuarto del nerd.- Dijo relajado haciendo que el peliverde se sonrojara, decir que dormían juntos siempre le causaba mucha pena y al mismo tiempo emoción.

El Mejor Novio.|KatsuDeku|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora