~This is the finaleichon.~

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 Un año y ocho meses después.

Miró eufórico, como nunca lo había estado antes.

En sus manos yacía la prueba que desmantelaría por lo menos a cuatro de los carteles con los que había estado trabajando como "Yukino Seikenshi", un japonés contrabandista de armas, afiliado a los cárteles latinoamericanos que buscaban mujeres asiáticas para venderlas o prostituirlas.

Mantuvo su papel, siendo rudo y malhablado como un perfecto traficante y sin querer terminó imitando el comportamiento de alguien a quien conocía de primera mano. Suspiró tembloroso, en sus manos tenía su pase de vuelta a casa.

Tenía aquello que buscó y anheló encontrar por tanto tiempo mientras fingía y mantenía la guardia alta. No había sido para nada fácil, pero ahí estaba y ahora solo necesitaba lograr contactar a sus secuaces por una línea segura y todo ese papel a jugar al malo terminaría.

Al fin podrían rescatar a todas esas personas que había sido raptadas, torturadas, podrían capturar el cargamento lleno de droga que trataban de llevar a Rusia, podrían decomisar el montón de armas peligrosas e ilegales y podrían poner en detención a ese montón de criminales despreciables

Y por fin, podría volver a su vida. A ser Izuku, a ser Héroe , con su familia y amigos y a los brazos de su amado.

Tocó el anillo que colgaba en una cadena, justo en su pecho. Esperaba que Kacchan hubiera esperado su regreso tanto como él.

-¡Hey, Yukino! Apurarle parce, que los hijueputas vienen volando y si no cargamos esta putada el patrón nos va a meter un plomazo.- Asintió a el hombre, sonriendo internamente al saber que todo terminaría ahí.

Su perfecta oportunidad.

Dos meses después.

Se paró en frente de la puerta.

Su corazón latía a una velocidad impensable y sus manos temblaban como nunca. 

"-¿Y si despues de algun tiempo decides que ya no quieres estar conmigo? ¿O has iniciado una vida con alguien más?- Preguntó el pecoso, nervioso.

Tan solo faltaba una semana para que se marchara a Sur américa. Habían tratado de aclarar lo más posible cada detalle de su relación en lo que Izuku volvía a Japón, sin embargo, su inseguridad en sí mismo no lo dejaba eliminar esos pensamientos.

Katsuki suspiró mientras ponía los ojos en blanco. Se acercó a su rostro y lo tomó de los hombros.

- Mira, idiota, eso no va a pasar ni en mil años. Pero para que te des cuenta vamos a hacer esto.- Suspiró.- Cuando vuelvas, vendrás directo a casa, tomarás tu llave y abrirás la puerta. Si la llave no funciona, significa que todo terminó, si funciona, significa que posiblemente estoy muriendo mientras te extraño.- Los ojos verdes lo miraron triste y conmovido hasta el fondo.

- Por favor, espérame.- Suplicó enterrando su cara el el cuello del rubio. "

Tomó sus llaves, poniendo la de la puerta principal con firmeza en la cerradura y sintiendo como entraba por completo. No podía dejar de temblar con miles de sentimientos en su cuerpo cuando giró la llave sintiendo como las lágrimas llegaban a su rostro.

El Mejor Novio.|KatsuDeku|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora