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[Kagome]

Sentada, observando la lluvia caer sobre la ventana, gota por gota, libres, unidas, en familias, separadas, con variedad de formas aunque todas tienen el mismo fin...la nada.
Estos días me he estado sintiendo rara, como si algo malo estuviera por venir, llamenlo sexto sentido; yo le llamo malas vivencias.

Lluvia, llovizna, chubascos .

Gotas caen, con fuerza, sin importar cuán alto están se dejan caer... sin miedo a nada, sin vuelta atrás...amo el olor a humedad, lo refrescante del clima, la sensación a libertad que me regala. El sabor a nostalgia.
Ojalá cada lágrima se llevará consigo el dolor de mi corazón, odio vivir acongojada, más cuando mi mente remotamente pretende tomar control y dice... 'Que hubiera sido siiii'

Habría sido feliz. Muy feliz.

Extrañar a mi padre duele, ¡pero mierda, cómo no extrañarlo! estos días así eran nuestros favoritos. Solíamos salir al patio del frente e iniciabamos una guerra de barro; es más- río entre recuerdos- fué en uno de esos días en los que conocí a Bank.

Recuerdo su cara cuando pasaba cerca y mi padre esquivo la bola de barro con nieve que envíe en su dirección y que lamentablemente para mi, aterrizó en su rostro, no tiene precio ese momento.
Pensé que era un asesino en serie con esa mirada tan aterradora y fría que regaló en mi dirección, sentí escalofríos, de esos que dan verdaderamente miedo.

-Cobarde- se carcajeaba mi padre dentro ya de casa. Le había causado gracia que cuando él se acercaba en cámara lenta hacia mi, salí corriendo directamente hacia adentro... si, así de valiente

En estos días eran cuando más les extrañaba, dado que con el tiempo, los días de lluvia se habían vuelto como algo rutinario para los tres.
-Deja el pasado dónde está, ya no remuevas tus heridas kag- me obligué a reprenderme.

-¿ En que piensas?

-Hola amiga, cuéntame,¿tú como has amanecido o acaso es que dormimos juntas?- intenté bromear mientras ella me estudiaba con su ceño fruncido.

-No lo creo- intervino Miroku mientras se ganaba a mi lado, estaba agradecida con él- Porque está morena amaneció conmigo- río.
La cara de mi amiga no tenía precio, estaba más roja que un buen tomate.
Y como respuesta sólo estaban sus sonrosadas mejillas.

- Es que nunca cambias, eres un pervertido de primera- bufó ella molesta.

Entre risas y momentos vergonzosos que creamos para mi amiga, estaba por comenzar la clase y antes de que llegue el profesor entraron con suma calma los de intercambio...

Mi cabeza estába cabizbaja, no me sentía bien y desde ya hace varias noches no podía dormir, no podía dejar de pensar en él . Tener que verlo a diario con alguien a su lado era una tortura sin fin, por eso muchas de las veces, fui arrastrada por mis a amigas o Hiten, a comer debajo de un frondoso árbol que se hallaba en el patio trasero. Nunca me negué .

Y lo peor de todo...

...No sabía nada de Onigumo. No saber nada de él me atormentaba.
Imposible olvidar el día que mamá cayó al hospital y todo mi mundo giró cual reloj de arena.

-Cuida de la pequeña- advirtió, y forzando una sonrisa habló muy seriamente- No confíes en él.
Y no se había equivocado en nada.

Estos días de Bankotsu dolían, me preguntaba si sus padres lo habían mantenido al tanto sobre mi familia, con él sólo compartíamos palabras cuando era sumamente necesario, una que otra ves uno enganchaba al otro observándole y como dos tontos desviabamos la mirada.

Extraño ¿no?

Perdida en mis pensamientos, cosa que me solía pasar casi siempre, no me di cuenta cuando dos de mis amigas me estaban llevando a rastras a la cafetería .
Ya sentadas en la mesa comenzó el cotilleo.

"Mi Orgullo Mí Perdición "Donde viven las historias. Descúbrelo ahora