"Mi Orgullo Mí Perdición "

Capitulo Final (Parte 1)

—Por favor no sigas— no podía con esto, ya no— recoge tus cosas y ve a tu cuarto Kathia...por favor.

—¡No quiero! ¡Quiero que la llames! ¡Ella lo prometió!— exclamó cruzándose de brazos. Yo reprimi el nudo de mi garganta mientras me ahogaba en angustia, ¿Cómo le haría comprender?

—Entiende— caminé y me arrodille delante de ella para estar a su altura— Tita se tuvo que marchar lejos, por un tiempo no vendrá. Sería imposible que viniera hoy para ver tu maratón— ella gimotea.

— Eran los últimos capítulos de Somos tú y yo, los veríamos juntas, con Tía Gaby decidimos no verlo la última ves porqué queríamos verlo las tres juntas...Contigo— gimoteo—ella debía traer las palomitas— menciona con la tristeza grabada en su rostro. No puedo hacer más que abrazarla y el silencio nos avasalla por minutos que parecen eternos, hasta que oímos voces y detrás de eso, la puerta abrirse.
Kathia se aparta de mi de forma brusca y corre a los brazos de Bankotsu. Él viene entrando con...¿Seshomaru? ¿Que hacen ellos juntos?
Bankotsu me gesticula una pregunta en silencio y respondo de la misma manera.

—Sango— pronuncian mis labios y seco la lágrima que se escapa de mi. Bankotsu asiente y se marcha con una Kathia gimoteando a su cuarto, no sin antes enviar una mirada de advertencia a mi amigo.

¿A qué viene todo esto?

No sé, y de momento no me importa, estoy agotada, se acabaron mis fuerzas. Me pongo en pié y le hago señas a Sesh, para que tome asiento en la mesa, pero el me ignora y con su mirada penetrarte se acerca a mi y me abraza.
No necesito que me abracen.
No quiero llorar.
No quiero recordar cuanto me duele su ausencia. Él no saber nada me está matando.

Pero mi cuerpo no piensa como yo, y las lágrimas caen sin consentimiento...¡Oh por Dios! ¡ La añoro tanto!

— La encontraré. Lo prometo kag. Lo prometo por mi vida— no sé si podrá hacerlo, pero esas simples palabras me reconfortan de momento.
Me separo de él y le agradezco en gran manera el solo estar presente.
Cuando Bank sale del cuarto,  ya estamos en la mesa tomando un café. Seshomaru me comenta que aún no consigue que Inuyasha afirme sus pasos y yo me río por ello, no creo que lo logre nunca, no de la forma en la que Sesh pretende. Inuyasha tiene un aire liberal y rebelde, nada que ver a él ni a sus modos, pero que es capas lo es, y por mucho.  Desvío la vista y el rostro cansino de Bankotsu me oprime.

—Está todo bien — me sonríe— logré direccionar la conversación hacia otro tema. No te preocupes amor.

Suspiro. Mis manos se posan en mis sienes y me masajeo lentamente. Me duele la cabeza— No es sonsa, sabe que algo va mal. Lo intuye.

—Siempre fué muy intuitiva—afirma mi amigo.
Bankotsu no aporta nada, pues hace poco convive con nosotros, hay cosas que aún desconoce, y la intuición de Kathia es una de ellas. Pero aún así responde tercia...

—No lo dudaría sabiendo quién es su madre— guiña un ojo en mi dirección sonriente. Por cosas así es porque lo amo tanto.

— Bueno, voy a marcharme— Sesh se pone en pié y tira de su chaqueta que está posada en el respaldar de su silla.

—¿No cenas con nosotros?

—No— responde cortante— Inuyasha me espera, tenemos un asunto pendiente— mi moreno lanza una carcajada.

—Suerte con ello amigo— Seshomaru gruñe por lo bajo y luego sonríe con picardía.

—Solo pasé a ver cómo estaban mis chicas favoritas, ahora que las ví, me marcho— y sin decir más, me vuelve a abrazar y deposita un casto beso en mi frente. En señal de protección.
No veo a Bankotsu, pero sé que está hirviendo, lo sé.
Seshomaru le sonríe y se acerca a la puerta, yo aún dudo si voltear o no— ah— añade antes de salir— dijeron Hiten y Miroku que mañana pasaban un rato.