"Mi Orgullo Mí Perdición "

#15

[Kagome]

Recordar la muerte de mi padre y lo que eso conlleva, era tan torturador como calmante.

El compartirlo con las personas que más amaba, me daba la confianza de saber que aún podía  sanar por dentro, quizás...solo quizás así....

No me había dado cuenta que estaba llorando, hasta que un pañuelo se posó en mi hombro con delicadeza. Renkotsu acarició mi mejilla y me apretó levemente con sus manos en señal de apoyo. Le quería tanto.
Volteé una ves más hacia el grupo, pero me percaté que la mirada de Bankotsu se encontraba tensa dónde se situaba la mano de mi amigo en mi cuerpo. Aún lograba sacar a flote sus celos. ¿Eso era algo bueno No?
Quizás era cierto aquel dicho "dónde hubo fuego , cenizas quedan", pero me encantaría más saber que lo que un día tuvimos, fuera tan fuerte, que sin previo aviso pueda volver a surgir. Puras ilusiones mías.
Pero Eso es mucho más que imposible, aún más sabiendo que le oculto una gran verdad.

Luego de beber agua de la botella que me proporcionó Sesh, mi gran amigo y una ves mi jefe, el cual llegó en silencio y se acomodó a mi otro lado, decidí continuar.

-Cuando mi padre falleció se vino mi mundo abajo, y no tan sólo el mío, si no el de mi madre también.  Mi tío Onigumo, del cual nunca supe de su existencia hasta meses antes de que partiera mi padre, nos mantuvo a flote, gracias a la empresa que llevaba adelante en Alemania.
Él y la persona que me amenazó que me apartara de tu lado.

-¿Cómo es eso?- preguntó efusivo Inuyasha.

-Cuando yo me negué con uñas y dientes a apartarme de Bankotsu, me amenazaron con algo más fuerte que mi amor hacia él- Gaby tapó su boca con sus  manos, intentando ocultar un gadeo. Pero ya era tarde. Muchos lo habían soltado- es como suponen. Esta persona tenía tanto poder, que amenazó con cortar los beneficios de mi madre en los hospitales, iba a hacer que le negarán los medicamentos, las consultas, las operaciones y todo lo que a ella concerniera. Era alejarme o dejarla morir.
Y la muerte no era una opción.
Por eso me aparté de tí- la mirada de mi ex, era indescifrable. Sabía que miles de preguntas lo atormentaban en este momento. Pero ni siquiera habíamos llegado a la cereza del postre- luego de eso, el cuadro de mi madre fué empeorando, la tarde  en la que ella tuvo que ser internada de urgencia en el hospital, dió inició a mi calvario.

Mi mandíbula tembló, cuando mi cuerpo viajó automáticamente hasta esa noche, la que recordaba como si hubiera sido ayer.
El terror, la incertidumbre, el miedo de saberme sola e indefensa...todo...

- Detente- rogó Sango- No quiero seguir oyendo- ella era la única que sabía todo. Su cuerpo comenzó a dar leves espasmos y dió inició a un lento y doloroso viaje. Ella vivía  ese momento conmigo.
A paso lento me arrodillé frente a ella y me arrojé a sus brazos, la acuné en ellos como tantas veces ella lo había echo conmigo y lo seguiría haciendo.

-Estoy bien, estoy aquí - intenté calmarle. El resto nos miraba y al ver en sus ojos llegué a comprender que se estaban dando una idea de lo acontecido. Así que sin un ápice de tacto lo solté- Esa noche mi tio me violó - Miroku apretó mi mano y del ambiente solo se apoderó el silencio. Ni un sonido, ni una palabra, nada...hasta que Inu habló.

-Esa noche- susurró pensativo apretando sus fuentes - esa fué la noche en la que te conocimos ¿No?- preguntó rememorando nuestro encuentro con dolor en su voz.

-Asi es- afirmé cabizbaja.

-¡Maldito hijo de puta! ¡voy a matarlo!- Bankotsu rompió el silencio airado y ofuscado.  Su cuerpo se agitaba visiblemente, sus ojos se tornaron distantes y por momento me dió mucho miedo.  Hiten y Seshomaru lo tomaron por ambos brazos antes de que arremetiera violentamente contra algo, o menor dicho alguien- ¡Malditos idiotas no me toquen!- intentó zafarse removiendose bruscamente, pero se lo impidieron, ni siquiera sus feas amenazas inmutaron a mis amigos.