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Recuerdo cuando era pequeño, unos ocho años quizás, cuando estábamos en nuestra primera casa, lugar al que llamaba muy feliz hogar. Tenía un vecino muy grosero, un niño llamado Finch, el era un friki y creía que por eso era cool y genial, tan genial que se creía superior al resto de los niños del barrio.
Mi padre me había comprado una bici último modelo, tenía varios cambios y un casco con rodilleras que combinaban, ese recuerdo está patente en mi mente...cómo si hubiera sido ayer.
El niño en cuestión me retó a una carrera de tres cuadras, desde la cima y desembocaba en la cuadra de mi casa, muy velozmente acepté el reto, a los diez minutos estaba llorando en el cordón de mi vereda. En algún momento cuando salí volando despedido de la bicicleta, también lo hizo mi rodillera izquierda, en algún momento cuando Finch vió que estaba perdiendo, me empujó la rueda trasera de una fuerte patada, logrando que perdiera el equilibrio y por ende, terminará con mi rodilla sangrando descomunalmente.
Recuerdo....si, recuerdo que mi madre al oírme salió corriendo como si su vida dependiera de ello, nunca olvidaré la cara de horror plasmada en su rostro, cuando me vió llorando a mar vivo y lleno de sangre...Habían pensado lo peor, ella y mi padre. Se aferró a mi, logrando así que yo me aferraba a ella, me transmitía paz, calma...ella era mi refugio...

Mi madre era mi todo.

Esta persona que está enfrente mío, molesta, fuera de sí y desquiciada, dista mucho de ser la persona afectuosa de mis recuerdos. Esta no es mi madre.

-¡No puedes hacer esto!- repite encolerizado una vez más.

-ya está hecho.

-Llama a Yura y dile que fué una equivocación, un malentendido.

-¡¿Te estás oyendo!?- ahora el molesto soy yo- No voy a retractarme.

-Pues no pienso casarme con alguien a quien no amo. Tenlo por seguro.

-Puedes enamorarte con el paso del tiempo- insistió- tú padre y yo...

-Mi padre está de acuerdo conmigo- sus ojos se abrieron sorprendidos- lo está. Él me apoya, él quiere a Kag- ahora su rostro se transforma en uno con furia contenida.

- Tu padre no sabe lo que dice. Si esta alianza no persiste, perderemos todo lo que hemos logrado con tanto esfuerzo. Todo lo que tú padre a levantado se irá por el caño. Quedaremos en banca rota- No. Me negaba a creerle, mi padre me lo hubiera comentado si así fuese. Nunca me di cuenta de esto hasta ahora, pero mi madre podía ser muy manipuladora si quería.

-Él sabe que amo a Kagome más que a mi vida, y eso le basta.

- Esa maldita chiruza...no tiene nada que brindarte, si quiera un buen apellido.

-Modera tu lenguaje madre- mascullé molesto- esa pequeña "chiruza" como le llamas será mi futura esposa, por ende tu nuera y madre de tus nietos.

-Ella no será portadora de nuestra sangre, abre los ojos, no tiene nada que hacer entre nosotros es una don nadie...una...

-Esa don nadie es madre de tu nieta, una hermosa niña de cuatro años, que no tiene porque ser la receptora de toda tu mierda- logré lo que quería. Mi madre quedó nula, en silencio, mejor dicho estupefacta. Como yo lo estuve al enterarme de lo mismo, pero lo que soltó luego fué la gota que rebasó el vaso....

-Puede ser de cualquiera, la gente dice que se acostaba con su propio tío, que es una busca...

-¡Cállate!- exclamo lleno de ira apuntandola con mi dedo en forma acusatoria- tú no tienes ni puta idea de todo lo que ella a pasado en su vida, no tienes derecho...

-Claro que lo tengo- me irrumpió- esa mocosa...

- Kagome....su nombre es Ka- go-me, recuérdalo, porque te pesará cuando sientas mi ausencia...

"Mi Orgullo Mí Perdición "Donde viven las historias. Descúbrelo ahora