✨Capítulo veintidós✨

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Mi corazón se acelera cada vez más, dejándome muy en claro su emoción al volver a ver a Yoongi.

Aprieto ligeramente la mano del chico de ojos gatunos, percatándome recién de lo cerca que estamos de mi destino original y por lo tanto empezando a aminorar nuestros pasos rápidos. Me detengo un momento a mirar su lindo perfil, por mucho que la gorra oscura que lleva apenas me permita divisar parte de sus ojos.

Suga parece tan pacifico y tranquilo que por un momento una punzada de celos me atraviesa el pecho.

¿Como logra parecer tan apacible y sereno?

Yo apenas puedo controlar mis sentimientos y puedo apostar a que eso se nota en mi rostro tintado de desesperación.

Tengo demasiados sentimientos encontrados en cuanto a él, y por mucho que intente no logro pensar con claridad; todas las ideas y ordenes de mi cerebros terminan por marearme y sin siquiera percatarme ya hemos llegado a la parada de autobús.

Tengo la necesidad de hablar con el chico a mi lado, pero al mismo tiempo lo único que quiero hacer es alejarme de él lo más posible.

Mi corazón revolotea en cuanto veo que aún no ha soltado mi mano por mucho que sea consciente de que ya puede irse, y en parte sé que lo único que logro con este tipo de cosas es alimentar en vano el cariño que le tengo; pero no puedo —ni quiero— evitarlo.

Yoongi me mira después de un par de segundos, y estoy segura de que es debido a que no he dejado de verlo con tanta atención; repasando una y otra vez lo poco que puedo notar de sus facciones.

Giro la vista al frente y finjo que él no está ahí, cambiando mi peso de una pierna a otra e intentando parecer totalmente tranquila por mucho que dentro de mi todo sea un descontrol enorme. Hago un esfuerzo por no abrazarlo, y es que no puedo evitar que este tipo de pensamientos cruce por mi mente cuando lo tengo tan cerca.

«No debes. No debes. No debes» repite una y otra vez la parte racional de mi conciencia, pero sé con seguridad que estoy yendo en contra de lo que realmente quiero, y no tengo idea de cuanto logre contenerme.

–¿Ese autobús está bien? –pregunta, con voz rasposa y casi como una queja.

Miro hacia el vehículo que se acerca a nosotros a gran velocidad y asiento en respuesta, aunque no estoy demasiado segura.

Intento hacer un ademán para darle a entender que quiero las bolsas de mi compra de vuelta; sin embargo es él quien ahora parece no tomarme atención. Y no es hasta que lo veo subiendo al autobús que debo tomar para dirigirme al departamento de Jeon, que comprendo lo que sucede.

Va a acompañarme...

Frunzo el ceño sin siquiera ser consciente de ello, pero no tengo opción a decir o reclamar de alguna forma porque sé que es demasiado tarde. Lo único que logro hacer es seguirlo al interior del vehículo, viendo como se toma la molestia de incluso pagar por mí.

Retengo el suspiro que se forma en mi garganta y apenas levanto la vista para ver cómo Yoongi me guía hasta tomar asiento lo más lejos posible del resto de personas. Sé que quiere hablar conmigo, pero no sé si es eso realmente lo que yo quiero.

Me limito controlar mis impulsos lo mejor que puedo, y es bastante efectivo durante los primeros minutos que pasamos sentados el uno junto al otro; pero poco a poco las mismas dudas de hace un buen rato comienzan a reaparecer en mi mente, y más pronto de lo que esperaba, la necesidad de empezar a entablar una conversación con el chico a mi lado se hace más y más grande.

Trust me ;; SUGA - BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora