Trust me ;; SUGA - BTS

✨ Dejar ir es otra forma de decir "te amo" ✨ (extra ii)

No tengo idea de cuanto tiempo llevo fingiendo que aún duermo. Quiero pensar que son solo minutos porque de lo contrario es muy probable que pierda el vuelo.

La luz de sol que se filtra en la habitación traspasa ligeramente la piel delgada de mis párpados y aquello es solo un recuerdo más de que debo levantarme en los próximos cinco minutos si quiero que mi plan funcione como lo planeé.

Me obligo a mi mismo a abrir los ojos por primera vez desde que desperté y casi de forma mecánica levanto el rostro ligeramente, cerciorándome de que la figura delgada y delicada de Hyerim aún se encuentra inmóvil a mi lado.

La forma en que mi pecho se contrae me hace saber que las cosas no serán fáciles desde ahora, y es que sé que no podré estar tranquilo con mi conciencia haciendo esto.

Le prometí a Hyerim que no le mentiría, pero también me prometí a mi mismo que no le haría más daño del que ya tiene; y por mucho que una parte de mí se niegue a aceptarlo, soy consciente de que esto es lo mejor para ella. Tal vez no para mi, pero es Hye la que importa realmente.

Hago un esfuerzo por moverme de forma cautelosa y suave. Lo último que necesito es que la chica a mi lado termine despertando, porque estoy seguro de que si vuelvo a ver sus ojos grandes y oscuros no podré irme en paz.

Me dirijo primero hacia el baño para lavarme la cara y ver si así termino por despertar del todo. Siento como si estuviera aun soñando de forma atormentada, es un sentimiento parecido al de las pesadillas; pero al mismo tiempo sé que todo esto es demasiado real. La forma en que mi corazón se estruja me lo deja claro.

Me coloco la ropa como si estuviera en modo automático y camino hasta la esquina de la habitación en la que dejé ambas maletas listas, tomando una en cada mano para sacarlas de la habitación.

Regreso un poco sobre mis pasos, acercándome ahora hacia el buró al lado de la cama; obligándome a no mirar más de lo debido a la chica que duerme plácidamente.

Tomo mi celular, fijando la vista un par de segundos en el de Hyerim y me seguro de no mover los audífonos ni un centímetro. Quiero que por lo menos tenga algo que le diga que todo esto fue real. Algo que le recuerde que yo tuve un lugar en su vida.

Una parte de mí insiste en que no debería hacer esto, pero sé que ya es demasiado tarde para cambiar de opinión cuando el aparato en mi mano empieza a vibrar de forma descontrolada.

Me alejo del cuarto fijando la vista una última vez en Hyerim, y cuando ya me encuentro en el pasillo silencioso me atrevo a responder la llamada entrante en mi celular sin siquiera mirar el número antes.

—¿Qué sucede ahora? —no puedo decir exactamente si mi voz suena irritada o desanimada, pero de alguna forma soy consciente de que algo ha cambiado incluso en mi forma de hablar.

—Nada malo, pero necesito que te apresures —escucho la voz calmada al otro lado de la línea y sin darme cuenta siquiera empiezo a caminar hacia la puerta principal con una de las maletas en mi mano libre—. Están empezando a sospechar, y si quieres que todo salga bien debes llegar lo antes posible al aeropuerto, Agust.

Ruedo los ojos al cielo sin poder evitarlo, ignorando por completo el hecho de que no puede verme ahora:— Eso haré, no te preocupes; tampoco te demores demasiado, Yoorah, te conozco.

—No te preocupes por mi, el que necesita huir de aquí sin ser visto eres tú.

—¿Está todo resuelto? —inquiero con la intención de cambiar de tema, caminando al mismo tiempo hacia el lugar en donde dejé la otra maleta y así traerla conmigo también.

—Sí, Namjoon consiguió todo lo necesario —responde—. Estarás en paz durante un año.

Asiento ligeramente, aunque no estoy de acuerdo con su definición de paz.