✨Capítulo veinticinco✨

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Apenas puedo respirar con normalidad mientras veo el rostro de Yoongi analizando mi figura.

Parece no terminar de creerse la idea de que me encuentre aquí, en su departamento y junto a Taehyung. Y no lo culpo, porque para ser sincera mi mente siquiera ha logrado comprender lo que sucede a nuestro al rededor, asi como tampoco entiende que lo más probable es que nada bueno salga de todo esto.

Los segundos en que el chico me mira casi se sienten como horas, y ni siquiera noto el momento en que Tae desaparece de mi vista, dejándonos a ambos solos en medio de la sala de estar.

Fue él mismo quien nos abrió la puerta, pero no fue hasta que se percató de mi presencia detrás del cuerpo de Taehyung que su mente dejó de funcionar con normalidad.

—Hye...

No tengo idea de cómo reaccionar, y es que me niego a dejarme llevar; sin embargo, sé que ya no tengo opción, no hay marcha atrás, y es que cuando tengo a Yoongi tan cerca de mí apenas puedo pensar con claridad. Siempre que estoy con él las líneas de distancia que intento marcar terminan totalmente difuminadas.

—¿Qué haces aquí? —pregunta, casi tambaleándose mientras intenta dar un par de pasos hacia mi, y el olor a soju y cerveza que desprende de su cuerpo delata que tiene alcohol en su sistema. Tal vez más de lo que debería.

Aprieto los labios sin intención de responder su pregunta, y es que tampoco quiero explicarle el tema de cómo terminé encontrándome con Taehyung mientras vagaba por las calles a estas horas.

—Estas borracho, Yoongi —le acuso sin razón alguna, haciendo lo posible por desviar el tema inicial y lográndolo bastante bien ya que veo su rostro convertirse en una mueca.

—Es solo un poco... y es culpa tuya —responde, mirándome con el ceño fruncido y arrastrando los pies hacia mi, acortando la distancia entre nosotros en pocos segundos.

Casi de forma inmediata retrocedo un poco, intentando no tenerle demasiado cerca porque soy consciente de cuanto poder tiene sobre mi sistema; sin embargo, una gran parte de mi mente no para de repetirme el hecho de que debería dejar de alejarlo de mi.

Dice que debería dejar de ser una cobarde y simplemente aceptar que quiero a Yoongi con mi vida entera. Y aveces, solo aveces, creo que tiene razón.

Hago un esfuerzo por no refutar en su contra y responder algún comentario para defenderme, por el contrario, intento tranquilizarme y volver a tener el control de mis emociones; aunque aquello parece una misión imposible cuando tengo al chico que acelera mi corazón tan cerca de mi como por tercera vez en el día.

—¿Qué haces aquí? —vuelve a preguntar, ahora con más insistencia y al parecer el alcohol empieza a provocar que sus emociones estén más a flor de piel.

Esta vez me encojo de hombros, aún sin poder utilizar mi voz otra vez por miedo a fallar en el intento; y veo cómo Yoongi vuelve a intentar acercarse a mi, ahora sin que yo haga lo contrario.

De un momento a otro siento como todos los sentimientos se arremolinan en mi interior, casi provocando que el nudo ya presente en mi garganta me impida respirar con tranquilidad.

Cierro los ojos con fuerza, intentando no dejar que las lágrimas escapen de mis ojos y es que no logro encontrar una razón concreta para empezar a llorar. Tal vez es solo el peso de los sentimientos acumulados en mi interior.

El recuerdo de Jungkook preocupado por mi y la idea de haberlo ilusionado sin intención tampoco parecen querer dejarme en paz y no puedo hacer más que sentirme miserable por ser así, por siempre arruinarlo todo.

Trust me ;; SUGA - BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora