Jungkook no parece muy conforme con la idea de volver al departamento de Suga, pero sé por su expresión que no irá en mi contra.Tal vez el hecho de que mi rostro aún se muestre bastante conmocionado ayuda a que Jeon no quiera contradecirme de ninguna forma.
Agradezco de sobremanera el que no haya intentado investigar más de lo debido, y es que en realidad Jeongguk siempre sabe cuándo debe o no preguntar e incluso los momentos exactos para hacerlo. Sabe que no me encuentro muy bien justo ahora, y él no parece preocupado por saber a qué se debe.
Tiene las manos aún apretadas alrededor del volante, pero no ha intentado mirarme más de lo debido; está dándome mi espacio, y lo noté de inmediato cuando lo único que hizo fue abrazarme un par de segundos para luego simplemente dejarme sola con mis pensamientos.
Ninguno ha hablado desde que salimos del lugar, y mucho menos le he mencionado algo sobre la conversación que tuve con Haein; no me parece correcto.
Siento como el auto empieza a bajar la velocidad, deteniéndose frente al edificio desgastado y alto en el que se encuentra el departamento de Yoongi. Miro a Jungkook un par de segundos, esperando a que diga o haga algo; pero la acción nunca llega.
Nos quedamos aproximadamente un minuto más dentro de la camioneta en completo silencio, mientras juego de forma nerviosa con el bordillo de mi camiseta y hago un esfuerzo por no mordisquear mi labio inferior gracias a la ansiedad.
Respiro profundo antes de decidir qué hacer, y un segundo después, justo antes de que pueda siquiera moverme para mirar a Jeon; siento como el celular de Yoongi, metido en alguno de mis bolsillos, vibra de forma desesperada.
Jungkook me mira con curiosidad en cuanto empiezo a rebuscar entre mis prendas, y no es hasta que tengo el celular entre mis manos que distingo el nombre resplandeciente en letras blancas y medianas en medio de la pantalla encendida: Yoorah.
No hago más que quedarme mirando con atención el nombre escrito frente a mis ojos, intentando no dejarme llevar por mis impulsos y tirar el celular por la ventana del auto. En lugar de ello, aprieto ligeramente el móvil entre mis dedos y suspiro con suavidad para alejar el enojo pequeño creciente en mi pecho.
—Ése no es tu celular —escucho la voz rasposa de Jungkook con un tono entre divertido y curioso. Sé que querrá una explicación al tema, y prefiero dársela a recordar una vez más la conversación poco alegre que tuve con mi hermano mayor.
Niego en su dirección, sonriendo ligeramente de forma inocente:— Es de Yoongi —explico con voz suave, mirándolo expectante, esperando por su reacción.
Jeon deja escapar primero una pequeña sonrisa, y después de eso recién logro escuchar su linda carcajada después de varios días. No logro evitarlo y segundos después, ya me encuentro imitándole; riendo ligeramente junto a él aún sin saber porqué lo hacemos.
—Nunca creí que fueras tan obsesiva, Hye —comenta aún con una pequeña sonrisa en el rostro, provocando una en mi.
Muevo la cabeza en forma de negación frenéticamente, aunque aún no logro espantar la repentina alegría que se ha apoderado de mi sistema en este instante.
Es como si no hubiera pasado nada entre nosotros. Es como si Jungkook y yo volviéramos a ser los mismos amigos de siempre... como si él nunca se hubiera declarado.
—No lo soy, Kookie —digo, intentando defenderme aunque mi tono carece de seriedad—. Es difícil de explicar.
—Solo admítelo —guiña uno de sus ojos grandes—, eres una novia celosa —dice aún sonriendo un poco, pero distingo un ligero destello de tristeza en sus orbes marrón oscuro.
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Trust me ;; SUGA - BTS
FanficYeon Hyerim es la típica chica de familia adinerada: guapa, delicada y -aunque no quiera admitirlo- algo caprichosa. Como hija de uno de los millonarios más conocidos de todo Corea del sur, sabe cuál es su lugar y con quiénes tiene permitido convivi...