Emilia
Sálvanos
Sacudo la cabeza por milésima vez tratando de alejar aquella voz pero me es imposible. Esa palabra no abandona mi mente en ningún momento y el dolor en el pecho tampoco ha querido desaparecer.
He intentado concentrarme en la plática entre Natasha y Sam, en las miradas y sonrisas que Wanda y Visión se dedican, incluso en las caricias que Steve no ha parado de brindar a mi brazo pero nada funciona. Desperté de esa horrible pesadilla pero es como si mi mente y mi corazón se hubieran quedado en ese lugar, obligándome de alguna forma a volver una y otra vez.
-Llegamos
La voz de Sam me hace levantar la mirada y cuando el enorme complejo aparece frente a nosotros, siento mi corazón estrujarse de una forma que jamás creí posible.
Aterrizamos en el ya tan conocido hangar, Wanda y Sam ayudan a Visión a caminar y Natasha y Steve se limitan a andar a mi lado, el rubio toma mi mano y la pelirroja me dedica una sonrisa que alcanzo a notar que expresa de todo menos tranquilidad.
Sé que está nerviosa, esta es la primera vez que vamos a ver a Bruce después de tanto tiempo, después de que ambos se confesaran sus sentimientos y las circunstancias no son las mejores ni las más deseadas para un reencuentro, que al final igual se tiene que dar.
Atravesamos la puerta en silencio y en cuanto miro la emblemática A en uno de los muros, no puedo evitar soltar un suspiro. Apenas llegamos y ya quiero echarme a llorar, este lugar significa tanto para mi y ahora no puedo recordar como logré estar lejos por tanto tiempo.
Este fue el primer lugar en el que no me sentí juzgada, en el que me hice novia de Steve, en el que me volví la mejor versión de mi y me duele, me duele porque en algún punto creí que volveríamos aquí por una razón diferente.
Cierro los ojos con fuerza para evitar que las lágrimas que se han acumulado en mis ojos, salgan y me concentro en el camino.
Atravesamos los pasillos en silencio y se que no es porque ninguno tenga nada que decir sino porque no sabemos como lidiar con esto.
Son tantas cosas en tan poco tiempo, incluso para nosotros.Tony está desaparecido y las razones son lo que a todos nos tiene con el alma en un hilo. Y no puedo evitar hacerme preguntas que seguro los demás también se han hecho hace horas, ¿dónde estará? ¿estará bien? ¿estará solo o herido? ¿cómo podemos hacer que vuelva?
Mis tormentosos pensamientos se ven interrumpidos por la voces provenientes de la sala e inmediatamente volteo a ver a Steve, quien no duda en dedicarme una sonrisa acompañada del sentimiento tan familiar de seguridad, que solo él sabe transmitirme.
Nos detenemos a unos pasos de la puerta y entonces puedo distinguir que la persona con la que Rhodey esta manteniendo una conversación es nada más y nada menos que el secretario Ross.
-No empieces Rhodes, tu talento para decir idioteces se quipara al mío
Oh vaya, por lo que se ve no es una conversación nada amigable
-Si no fuera por esos Acuerdos, Visión habría estado aquí
Veo a Rhodey cruzarse de brazos y no puedo evitar bajar la mirada un poco más. La última vez que lo ví estaba tendido en una camilla de hospital y me alegra saber que ha sabido salir de eso, ahora esta de pie y puede caminar, eso me alivia de cierta manera pero no puedo evitar pensar en la posibilidad de que guarde cierto rencor hacia nosotros.
Lo que le sucedió no fue nada sencillo.
-Tu firma, según recuerdo, estaba en esos Acuerdos Coronel