La llamada

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Israel

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Israel

Emilia

Llegamos a uno de los hoteles situados en las afueras de Israel y entramos directamente a la recepción a tomar una llave para una habitación.

Aquí y en otros lugares buscamos que las cosas sean así, quedarnos en un hotel en el que poco les importe quien llega. Apenas hay gente y como en los alrededores no hay más que un par de casas, a lo mucho, todo es desierto.

Subimos las escaleras en silencio y una vez que llegamos a la habitación me permito deshacerme, al igual que Natasha, del horrible atuendo que utilizamos esta mañana para infiltrarnos en aquel grupo terrorista.

Yo no hice el plan pero me atrevo a decir que todo salió muy bien. Nos costó algo de trabajo dar con el nido de esas ratas porque tenían a la mayor parte de la gente bajo amenaza pero al final logramos neutralizarlos y hacernos de sus armas.

-Esto cada vez es más fácil

Los tres volteamos a ver a Sam y este se encoge de hombros.

-Solo digo

-Estamos acostumbrados a enfrentar cosas peores - Natasha toma asiento a su lado - es obvio que nos resulte sencillo

Una sonrisa divertida se forma en mi rostro pero se borra en cuanto me doy cuenta que Steve suelta un suspiro para luego salir de la habitación, no sin antes quitarse de encima todas las armas.

-¿Qué dije?

-No eres tú Sam - murmuro con pesar - iré a hablar con él

Ambos asienten en mi dirección y salgo para encontrarme al rubio al pie de la escalera con la cabeza agachada.

-Sé que es estúpido - digo e inmediatamente levanta la mirada - y deberías saber que esto solo es una cortesía porque es obvio que algo te pasa, así que hazme el favor de responder y hacer más fácil mi trabajo  ¿qué sucede?

Él vuelve a soltar un suspiro al tiempo que niega

-Y no te atrevas a decir que no es nada Rogers

-No, es solo que... - se detiene un momento y sacude la cabeza - cuando entré al edificio a sacar a todas esas personas... me miraban con miedo. Me miraron con miedo incluso cuando les revelé mi identidad

Frunzo el ceño y me acerco para recargarme en el muro frente a él

-Tuvé que suplicarles que me acompañaran, que solo trataba de ayudarlos - suspira - la gente no confía en nosotros - añade mirando el agarre de nuestras manos

F O R  Y O U [Steve Rogers] (III)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora