Aliados

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Luego de que Tony intentase explicar al mocoso el lío en el que estaban metidos, de una forma un poco más digerible, el niño se quedó callado un par de minutos; estaba sorprendido y confundido y la mayoría de sus dudas giraban en torno al Titán Loco que iba en busca de las gemas, pero lo que verdaderamente le inquietaba era el porque había encontrado al millonario luchando solo en las calles de Nueva York antes de ser tele-transportados y porque aún no hacía nada por comunicarse con el resto de los Vengadores. 

Peter recordaba perfectamente los sucesos en Alemania, sin embargo, nunca quiso indagar demasiado en las causas que desataron aquella intensa riña porque cada vez que tocaba el tema, Tony se ponía especialmente tenso e incómodo, apartaba la mirada y cambiaba de tema sin siquiera intentar disimular cuanto le afectaba hablar de eso. 

Y ahora no podía evitar pensar que tal vez las circunstancias fueran el parteaguas perfecto para dejar atrás todas las diferencias que pudiesen existir entre el dueño de Industrias Stark y el equipo de superhéroes más poderosos del planeta. 

-Eh, que ese silencio me lo conozco - las palabras de Tony lograron sacar a Peter de su ensimismamiento - es el que viene justo antes de que vuelvas a preguntarme de que va todo. 

El niño negó con la cabeza, y acto seguido soltó un suspiro.

-Solo pensaba que... que si esto es tan grande como nos imaginamos ¿por qué no...? - agachó la cabeza, siento incapaz de sostenerle la mirada al castaño mientras se metía en terreno prohibido - digo no es que nosotros no seamos capaces de manejarlo, al contrario, creo que somos un buen equipo, el señor Strange es genial, y tenemos un plan, solo...

-Ya suéltalo, Parker.

El aludido aspiró profundamente y cuando se armó de valor, volvió a mirar a Tony. 

-¿No cree que sería buena idea contactar con el resto de Los Vengadores? - al ver al castaño abrir los ojos con sorpresa, echó los brazos al frente como intentando frenar cualquier reacción negativa que pudiese tener - m..me refiero a que probablemente deberíamos pensar en hacernos de algo de ayuda por si las cosas van... mal. 

Tony suspiró y luego miró a Strange, quien lo miraba también desde el frente de la nave, con una ceja alzada. 

Era claro que hacerse de apoyo era una opción que estaban obligados a tomar en cuenta, pero no encontraba las palabras correctas para externarle a Peter el por qué de sus decisiones. 

-Es complicado, Mocoso. 

-Creo que usted lo hace complicado. 

Tony negó - No, esta vez es diferente, Peter. No solo se trata de los Acuerdos, es sobre decisiones y... tomamos caminos separados. 

Peter arrugó la nariz en desacuerdo. 

Las palabras de su mentor sonaban a chiste en medio de todo lo que estaban viviendo. ¿Caminos separados? ¿Era necesario pensar en eso cuando tenían a un loco homicida detrás? 

-Sé que suena ilógico - el millonario colocó una mano en su hombro - Pero créeme, es mejor así - le dedicó una última mirada y luego se alejó, antes de poder ver la decepción en el rostro del niño por su respuesta. Sentía que estaba a punto de sufrir un colapso nervioso. 

Eso era lo que le provocaba pensar en Rogers y en los fallidos Acuerdos de Sokovia que, deseaba, nunca hubiesen existido. No había un solo día en el que no lamentara las consecuencias que les habían traído un par de papeles y claro que podía echar a un lado todo su orgullo e informar de la situación al equipo, pero ¿eso de que serviría? 

Los necesitaba en la Tierra, protegiendo el resto de las gemas que él ya no podía por su terquedad e insistencia. 

Emilia se lo había dicho. Justo antes de que decidieran cruzar los límites del no retorno, ella le había dicho que recordara que eran una familia. Fue la única capaz de pensar como un adulto y él la había llamado traidora. 

F O R  Y O U [Steve Rogers] (III)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora