Gatito. °18°

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/Menciones de problemas emocionales e intentos de suicidio.



/Capitulo mas largo por ausencia. <3



Félix se retiró después de unas dos horas, su familia era algo estricta con la gente que ellos desconocían.

Salió de ese lugar con cierto nerviosismo, sabía que Changbin estaría unas horas más anestesiado, pero también sabía que su familia no era muy agradable con él, o almenos su madre.

Subió un autobús y de camino puso una de sus canciones que le recordaban a alguien...


Esa persona que en el pasado le hizo feliz, pero que le lastimo igualmente.


Félix había pasado un momento igual que Changbin, pisotearon sus sentimientos, jugaron con él, por eso Félix no dejaría solo a Changbin, Félix pensó en Changbin como una versión antigua de sí mismo, y quería evitar a toda costa que le pasará lo mismo que el decidió hacer.


¿Pero que decidió e intento hacer nuestro querido Félix?


Es lo que muchos llamarían suicidio, pero para él era volver a donde estuvo, a la nada.



La música de fondo ayudo a relajar el corazón pesado del chico de pecas, bajo y caminó a casa, cabizbajo por no poder ayudar en nada a la familia de Changbin ni a ese chico, su pequeño gruñón. La madre de Félix le miro angustiada y este le dio una sonrisa tranquilizadora, el padre del pecoso se encontraba fuera por trabajo, sus hermanas jugando con sus amigas en casa de estas, así que subió a su habitación y miro a ese pequeño gatito que había entrado por su ventana el día que conoció a Changbin.


- Creo que ya puedo darte un nombre, ¿No lo crees? -Sonrió y el gato maulló nuevamente, moviendo su cola como si un perrito se tratara, acaricio la pancita de este y miró hacia un punto inexacto de la habitación. 

- ¿Qué te parece Bin?


¿Changbin estaría listo para una declaración de amor?


(...)


El pecoso escondió su rostro con sus delicadas manos, el pequeño y curioso gatito negro con manchitas blancas poso su patita en las manos del humano, el cual estaba tan rojo como tomate, haciendo resaltar nuevamente esas hermosas pecas de su rostro.

La madre de éste tocó la puerta, se sentó junto a él y al pequeño felino, una tierna mujer de baja estatura, pelinegra y de tez blanca, esa era la protectora y amorosa madre del chico, cuando se sentó planto un pequeño beso en la mejilla coloradita de su hijo.

Solo *Changlix*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora