Sonrisa. °8°

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Changbin no sabía qué hacer, estaba tocando mostrando con aquella canción lo débil que estaba a la perfección, quería escapar lo más rápido de allí, no término de tocar la pieza por la interrupción, en su rostro se mostraba la frustración que sentía, empezaba a sentirse atacado y encerrado por la mirada del chico.


- Perdona, yo-Intento articular el joven de pecas, siendo completamente ignorado por Changbin, solo se puso sus audífonos y salió del aula.

Changbin no quería ningún nuevo amigo, el único que le importaba era saber que había pasado con Ferry.

Para su mala suerte Ferry no actualizo durante una semana, lo cual era extraño, solía publicar cada 2 días, lo cual hizo a Changbin preocupar.



Changbin seguía mal, pensó que un nuevo corte no le iría mal, por lo cual reservo la cita con su estilista, la cual le recomendó un corte que a su parecer era muy llamativo y lindo, aunque, posiblemente le expulsasen por ese corte se arriesgó y lo corto de esa manera.


Llego a casa feliz de su resultado, alzando a su hermana en brazos y teniendo un poco más de autoestima que los últimos meses, empezaba a recuperar brillo poco a poco, su hermana y padre le dijeron cosas que le empezaban a subir el ánimo. Hasta que llegó el turno de que su madre le viera.


- ¿Qué demonios te hiciste en el cabello Seo Changbin? ¿Quién te crees que eres para usar un cabello así? ¿Eres el asaltante de la esquina? Dios mío Changbin, en vez de mejorar empeoraste tu cabello, ¿Qué es esto? –En el rostro de la madre se encontraba toda la desaprobación hacia el nuevo corte.

Changbin ni siquiera se tomó la molestia de responder, ignoro los gritos histéricos de su madre, a su padre tratándole de convencer y el lloriqueo de su hermana, solo quería dormir o estar tranquilo un poco, ¿Qué falta había de esas palabras innecesarias que arruinaron el día de Changbin?


Busco la playlist de sus canciones de Rock que solía escuchar cuando estaba estresado e hizo lo que nunca antes, poner aquella música a todo lo que pudo en las bocinas bluetooth, tirándose en la cama, mirando aquel blanco techo, ignorando todo.


Al día siguiente se preparó para la escuela, no tomo el desayuno, y se salía como pudo desde la ventana de la habitación, no quería ver a su madre, sus comentarios fueron lo más rudo que había escuchado en la vida de su parte.


Rebusco en la mochila buscando algún billete o moneda, para su suerte encontró 5 mil wons, no era mucho pero almenos para un onigiri y agua le alcanzarían, se dirigió a un mini supermercado, compro lo que ocupaba y de camino fue comiéndolo, el onigiri era dulce, lo cual le hizo sentirse un poco motivado, a pesar de haber pasado una mala noche intentaba verlo de buena manera.


Changbin entro sin sermón de algún maestro, quizá le tenían suficiente miedo para no decirle nada, pero sí que llamaba la atención de todos, buscaba esconderse en algún lugar. Changbin terminando las primeras clases se dirigió a aquel aula donde había visto al pecoso días atrás, iba a entrar a aquel lugar cuando escucho un melodioso violín tocando una melodía tan hermosa, tantas emociones puras en una canción tan bella, no encontraba palabras para describir lo que sus oídos escuchaban.

Sin pensarlo dos veces cuando la melodía paro entro al aula, encontrándose al peli naranja pecoso, se le acercó a ver sus manos, invadiendo cualquier tipo de espacio personal de este, pequeñas, suaves y afeminadas manos, no entendía como podía salir un sonido tan delicado y fino.


- ¿Cómo lo hiciste? –Articulo ante el pecoso.

- Y-Yo solo lo hice recordando a mi madre. –Respondió algo sorprendido y sonrojado.

- No digo eso, el sonido, no es tan fácil que salga así con tu tipo de mano. –Comento algo confundido.

- Bueno, como dije anteriormente, lo hice pensando y recordando los movimientos de mi madre. –El pecoso se posiciono en el centro del aula.


Changbin le miro confuso, a lo cual el pecoso señalo el piano y Changbin se sentó para tocarlo.


Tocando Mariage d'Amour, el peli naranja empezó a bailar ballet al son de la melodía, encontrando este escenario tan hermoso, Changbin entrecerraba los ojos, sintiendo su pasión por el piano volver de nuevo, estaba algo oxidado, pero no lo suficiente para olvidar tocar a una bestia musical de este calibre.

El peli naranja disfrutaba de aquella música, moviéndose con la gracia de un cisne y la ligereza de una pluma, sus saltos eran hermosos.


Changbin y aquel peli naranja disfrutaron juntos hasta la última nota de la melodía, sus ojos se encontraron una vez más, como cuando se habían conocido días atrás.

- Me gusta tu corte. –Menciono el peli naranja.

- Gracias. –Respondió algo sorprendido Changbin ¿Por qué?


Changbin y el peli naranja discutieron un rato hasta que el toque de entrada sonó, avisando el fin del descanso.


- Aquí termina nuestra Charla. –Comento levantándose del suelo Changbin.

- Ah, que aburrido eres. –Dijo sin pensarlo dos veces.

- Ah, bueno, seré un aburrido pero no quiero bajar mi promedio, vaya que me lleva el demonio actualmente. –Sonrió ante su mismo comentario.

El peli naranja asombrado de aquella linda y pequeña sonrisa se le quedo admirando, aquel cuerpo tan delgado, facciones afiladas y ojos cansados lograban desprender un aura tan triste, pero en ese momento había desaparecido un poco esa tristeza, si existía el amor a primera vista este no sería el caso, no, no lo seria.

Sería más como amor a primera sonrisa, el peli naranja grabo aquella sonrisa en su mente, se había convertido en uno de sus nuevos recuerdos más queridos.


- Antes de que te vayas, ¿Cómo te llamas?

- Es mejor que no sepas mi nombre pecoso.


Allí fue cuando Félix supo que había perdido, incluso antes de empezar.

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holi (¿ Perdonen por ponerles tanta música, pero ah, queda tan bien con el fic que me es imposible no anexarla.

no pienso que sea muy larga la historia, y mas con lo largos que son los capítulos jsjsjs

los quiero bai ahre

Solo *Changlix*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora