Solo *Changlix*

Quedate. °26° pt1.

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Félix era mejor amigo de Seungmin, eran muy unidos a pesar de todo, era al que le lloraba y contaba como su suave y ligero corazón se derretía con solo ver unos segundos al mayor, Félix veía a Seungmin como alguien sabio, le confiaba todo, absolutamente todo, mientras que el otro trataba de que fuera así también, sin embargo, había una sola cosa que no podía contarle. Su relación con Hyunjin. Era ya de noche, un tanto tarde a decir verdad, Seungmin no solía quedarse despierto tarde, pero su nuevo libro lo había picado demasiado. Su tono especial de llamada indicaba que era Félix, ni siquiera miro la pantalla, solo contesto sin despegar la mirada de su lectura. Se escuchó a un Félix cansado, respirando agitado.

- ¿Lix? ¿estás bien? –Quejidos y sollozos fueron su respuesta, se preocupó, y llamo por su apodo varias veces.

- Estoy bien... Solo, no quiero irme.

- ¿Irte? ¿A dónde irte?

En eso, entre lágrimas, suspiros y jadeos, el pecoso le contaba al contrario con detalle, Min había retirado sus gafas de lectura y cerro su libro, poniendo suma atención a lo que se le informaba. El pecoso, contaba que tenía dos opciones, quedarse con sus nuevos amigos o moverse a otra parte, con los mejores estudios, programas e iniciaciones artísticas... Era su sueño, pero alejarse de sus amistades sería difícil, alejarse del chico con mejillitas de ardilla, del de ojitos de cachorro... Le sonaba tan difícil, sus dos mejores amigos, sus soulmates. Min suspiró pesado, sabía que si le llamaba a él era por una decisión objetiva, ya que con Jisung eran más emocionales. Le indico su punto de vista en la situación, no importaba lo lejos que estuvieran, la tecnología los acercaría, las llamadas, los mensajes, y si se necesitaban demasiado podrían visitarse, ¿No?

No, no podrían, se iría a Sídney, Australia; tan lejos... Pequeñas lágrimas salieron, suspiró, sentía la soledad dentro de su corazón, una pequeña parte de él se iría con Félix, realmente era algo triste. Sus almas estaban conectadas, podían entenderse sin palabras, sus miradas eran más que suficientes, ¿pero que harían ahora? Quizás sus vidas nunca más coincidirían.

Seungmin reafirmo su comentario, era lo mejor para su futuro, para él, quería ver a su pequeño amigo triunfar como artista ilustrador y bailarín, mientras que quizá, si él se volvía un cantante famoso se podrían encontrar. El pecoso y Min lloraban desconsoladamente, mientras creaban una promesa, como si fueran niños pequeños con el "pinky promise" sería algo bueno de recordar...

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Viernes, 24 de mayo del 2019, Seúl, Corea.

64 días.

 

Félix y Changbin ya no hablaban, rara vez se encontraban, pero aun así en su mente retumbaba el recuerdo del contrario, ansiaban verse, abrazarse... y hasta besarse. Era extraño, a pesar de besarse tan pocas veces era una sensación inolvidable, algo que atacaba sus cabezas como un clavo en la pared. El que se encontraba al borde de la locura era el mayor, Changbin. Extrañaba la suavidad de sus caricias, el olor, sus pequeñas pequitas que tenían la forma de estrellitas, sus ojos, donde se posaban las galaxias más brillantes y preciosas. Sus brazos, donde él pertenecía, donde se sentía cómodo, el único lugar que había sido su refugio. Lo había echado a perder, lo sabía, pero no quería entregarle un corazón tan destrozado al menor, no quería que luchara sus guerras, cuando suponía que Félix bastantes ya luchaba...