Pensamiento. 24

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5 am 11 de abril, del 2019. Seúl, Corea del sur.


Changbin amanecía con llamadas desesperadas de su mejor amigo Bang Chan, molesto, contestó después de tallarse los ojos.


- ¿Qué pasa viejo? ¿Por qué llamas tanto? –Dijo mientras gruñía al final de su oración.


El contrario rio un poco burlón, agotado de hablar durante horas.


- Termine con Woojin, mire su teléfono, tenía conversaciones con 3 personas más, no normales, de las... fuertes.


Changbin sintió impotencia y dolor, sabía que Woojin no era así, pero algo debió haber pasado.


- Cuéntame mas, ¿Por qué paso? –Se sentó en la cama, tallando sus ojos.

- Estuvimos horas hablando, sabía que ya no íbamos a ser lo mismo, yo quería una cosa y él siempre quería otra, traté de complacerlo tantas veces, pero fue inútil, todos estos años... Le dedique todo el amor que tenía había, me siento vacío, la casa quedo en silencio, todo es tranquilo y no se escucha ni siquiera un carro pasar. –suspiró, como si se hubiese quitado un peso de encima.


- Te escucho... mejor que la otra vez, ¿Por qué?


- Tengo un amigo en la facultad de psicología, me ayudó mucho para calmarme y relajarme, me dijo que esto en algún momento pasaría, sufrí un poco, pero era de esperarse, él empezó a aburrirse de mí.


- Eres una persona genial hyung.


- Lo soy, pero no lo suficiente para llenar a Woojin, espero que pueda encontrar a alguien que lo llene. -Se le escucho quejar suavemente, como si estuviese empezando a llorar. 


- ¿Voy para allá? –quería saber si realmente estaba bien, estaba preocupado.


- No, iré yo para allá, estaré para cuando salgas de la escuela, ¿Si?


Se sentía extraño, ¿hace cuantos años que él no pisaba Seúl? ¿Qué debería hacer? Se puso nervioso de pensarle ver, ahora, Bang Chan se estaba volviendo una persona madura.

Todo el día Félix intento hacerle sentir menos nervioso, cosa que logro, pero lo termino enojando, se sintió irritado por el pecoso, demasiado contacto físico, demasiado todo, estaba hartándose.


- Félix, no. –repitió seco por décima vez, ya que este insistía en que le ayudase en el canto de su melodía, que ayudara de coro.

- Esta bien, ya... ya le pediré a alguien más que me apoye. –Se quedó estático unos segundos, mirando al suelo, luego levanto la cabeza y salió del salón de música, estaba harto.

Solo *Changlix*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora