Clingy. °29°

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/solo con 6.7k leidas! opd, los amo mucho :(





Una vez en la habitación, Changbin observaba como estaba todo ordenado por colores, principalmente un amarillo y anaranjado intenso, pero tenía también demasiados objetos en negro o blanco, Félix parecía ser bastante simple. Changbin pasó, diciendo su típico "con permiso", para entrar, y observó, realmente era linda, y en su cama estaba un gatito que estaba algo crecido, pero sabrías que era joven. El gatito los miró con desganas, pero admiro a Changbin, haciendo campo en la cama del pecoso para que se sentara.


- Parece que le agradas, es la primera vez en mucho tiempo que lo veo así. –Comento Félix, sentándose a acariciar su pelaje oscuro con cariño y cuidado.

- Bueno...


Changbin se sentó, y el gatito con cuidado subió a su regazo, ronroneando, entonces le empezó a dar cariños en su barbilla, el animal parecía contento, mientras que su dueño observaba esa escena tan etérea que sentía como su corazón latía rápido. Changbin le observaba con el rabillo del ojo, empezándose a sonrojar, lo estaba casi acosando con la mirada.


Pasaron unos momentos, hasta que Changbin decidió hablar, le comento lo linda que se veía la habitación decorada de esa manera tan minimalista con colores animados, Félix sonrió asintiendo y hablándole un poco sobre porque le gustaba ese estilo. Poco después, el tema de conversación se extinguió, haciendo que Félix se disculpara sobre su padre, le contó que quiz era una actuación, su padre nunca solía golpearlo o castigarlo, solo darle regaños o sermones.


Así, Changbin entendió, después de una larga explicación, que los padres de Félix eran dramáticos y sobreprotectores. Mientras buscaba una manera de planear algo se tumbó en la cama y el gatito subió a su pecho.


- ¿Cómo se llama?

- B-Bin.


Parecía avergonzado, lo cual causo la risa en Changbin, sabia ahora como era que lo recordaba, así que rio, acariciando más suave el lomo del mencionado gatito, para luego subir su mano al cuello de Félix y acariciarlo. El contrario solo inclino su cabeza, se sentía extraño que lo acariciaran como gatito, más no le molestaba.


- Kitten. –Pronunció Changbin con un tono suave, casi susurrando, y haciendo que su voz fuera más gruesa, y sonriendo coqueto.


Félix se coloró de mil tonos de rojos, sus ojos vacilaron y observo a otra parte, buscando huir de los del mayor, ante eso, el mayor rio, para sentarse y el gatito saltó lleno de energía a su colchoneta; ahora eran ellos dos sobre la cama, mientras que despacio, Changbin se acercaba Felix.


El latido del corazón de ambos jóvenes aumentaba gradualmente, el mayor abrazó la cintura del menor, admirando sus ojos que le recordaban a los de un gatito, se acercó a besar sus mejillas coloraditas, para dejar reposar sus belfos un poco sobre el puente de su nariz con los ojos entrecerrados, para rozar los labios de Félix.


- ¿Puedo? –Canturreó, realmente necesitaba de esos labios rosados con forma de corazón, los ansiaba en ese momento.

Félix se lanzó a sus labios, cerrando sus ojos, pasando sus manos al cuello y nuca del mayor, iniciando un besó descoordinado y torpe, para con los segundos empezar a coordinar, los labios del pecoso lideraban el beso, mordía con suavidad el labio inferior del contrario, sonriendo ante el pequeño sonido que salió de su garganta al momento de morderlo.


- Hey! –Habló Changbin, ahora rojito por la mordida.

- ¿Si? ¿Algún problema señor Seo?


Changbin no quiso responder, solo se apoyó en el hombro del pecoso, escondiéndose y cerrando sus ojos, deleitándose al olor del menor, absorto en ese momento. Sabía bien porque estaba así de relajado, en casa le gustaba informarse de temas raros, entre ellos como el ser humano reacciona a la relación con otros. Entre ellos se encontraba la reacción ante el olor de una persona cercana, oler una prenda con su olor podría reducir tus niveles de estrés o tristeza.


Changbin no era el único que disfrutaba, Félix que su corazón a veces titubeaba, se sentía fijo en momentos así. Sentía como el olor atacaba su nariz, Changbin usaba una colonia olor a cítricos y cuero.


En el lugar la parsimonia reinaba, sus corazones latían al mismo tiempo, y podían sentir como estaban conectados. Félix se separó, obligando a Changbin salir de su cuello, y lo miro a los ojitos, estaban brillando, tenían las estrellas, galaxias y universos enteros dentro de estos, Changbin miraba estos con ternura, ya que sus pupilas se dilataron, de la misma manera que la de un gatito al ver a su dueño. Sin saberlo, sus pupilas estaban igual, estaban viendo a alguien que les gustaba, por fin podían ser sinceros. Ante aquello Changbin hizo un pucherito, con sus ojos cristalizándose.


- ¿Mh? ¿Qué pasa Binnie? –Pregunto preocupado por el mayor, era raro verlo llorar.

- Solo... Estoy muy feliz, por fin, por fin pude sanar lo suficiente y tener el valor de decirte lo que siento.


Las lágrimas recorrieron las mejillas regordetas de Changbin, mientras reía animado. Félix empezó a llorar igual, abrazándole, mientras sentía las lágrimas salir de sus dos ojitos. Reían mientras lloriqueaban, eran como bebes recibiendo la mamila que esperaban desde hace un tiempo. 

Solo *Changlix*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora