Madame Butterfly 🦋 [TodoBaku].

Capítulo 44: Preocupaciones.

Hawks se había ido a su casa a comer algo y prepararse para la misión. Se duchó, vistió su mejor smoking negro. Puso una pequeña cámara en el bolsillo de la chaqueta.

-Bien, hora de investigar.

Mientras en la academia, Kirishima se encontraba en la habitación de su novio. Estaba sobre el desnudo cuerpo de Izuku, devorándole la piel.

-Ahh, Eiji, Auch- el pelirrojo no dejaba piel sin besar y morder. Amaba de un manera loca al pecoso, sobre todo escucharlo gemir con inocencia.

-No sabes cuánto anhelaba ver tú rostro.

Midoriya abrió los ojos, sonrojado.

-Yo también te extrañé- dijo entre jadeos- ¡Ahh!- soltó un sonoro gemido, al sentir su miembro preso de la boca de Kirishima- Hahh.

El pelirrojo se deleitaba probando ese rico falo. Tanto había extrañado el sabor de su novio, ese líquido que salía poco a poco de su ano, junto a la pequeña lubricación en su miembro. El pecoso estaba demaciado sensible.

-Hazmelo...- suplicó el peliverde, su cuerpo deseaba fundirse en uno solo con su pelirrojo. Amaba a Kirishima y más cuándo lo hacía suyo.

Eijiro se acomodó entre sus piernas, Izuku lo rodeó por la cintura, mientras metía su pene hasta el fondo.

-¡¡AHH!!- enterró las uñas en la espalda de su seme. Sentir ese duro trozo de carne, que golpeaba dulcemente su próstata- ¡¡AH!! Eiji...

Kirishima continuó moviendo sus caderas, lo tomó por la espalda para que el pecoso se sentara sobre su falo.

-Es tuyo amor- dijo el pelirrojo, agarrando fuerte de sus nalgas, mientras se comían a besos- Mm, Ngh...

Los músculos pélvicos de Izuku se contraían una y otra vez, su punto H era duramente golpeado.

-¡¡AHH!! ¡¡AH!!- gimió liberando sus labios del lujurioso beso- M... Me vengo...

-Acababemos- susurró Kirishima cerca de sus labios, mientras sus cuerpos llegaban al clímax- Vamos a recuperar el tiempo perdido.

-¿Eh?.

La noche estaba estrellada, un viento algo frío golpeaba su rostro. Llegó finalmente a la Boutique.

-Buenas noches señor, en que podemos ayudarlo.

-Buenas noches- respondió Hawks- Hombres de Lujo- dijo.

La chica tras el mostrador, le pidió que la siguiera hasta el final del pasillo. En una puerta al final del lugar, habló- Hombres de Lujo.

La puerta se abrió, el héroe entró.

Un enorme lugar le daba la bienvenida, la gran barra de licores estaba apostada al final del salón. El escenario estaba en el lado frontal del lugar. Un sexy chico bailaba el caño, mientras hombres de corbata miraban con deseo. También habían muchos sillones y asientos cómodos, sobre ellos algunos chicos que llevaban máscaras. Mujeres jóvenes y maduras, rodeaban el lugar, viendo la bella mercancía frente a sus ojos.

Hawks llegó a la barra y pidió un trago.

-¿Desea algo más?- preguntó amablemente el garzón.

-¿Tienes algo más para ofrecerme?- sonrió Hawks, tratando de sacar mentira por verdad. El chico de la barra sonrió.

-Este diamante acaba de llegar hoy. Muchos clientes ya lo han pedido, y pues dicen que tiene un efecto muy placentero, en quién lo prueba.

-Bien, me lo llevo- sin que se diera cuenta el barman, Hawks guardó la droga para llevarla a estudio.