Madame Butterfly 🦋 [TodoBaku].

Capítulo 51: Sensaciones.

Después de una ardiente ducha, en la que Togata paseó sus manos libremente por el cuerpo de Tamaki. Ambos salieron del baño, para vestirse. La habitación del pelinegro era bastante ordenada. Mirio llevaba la toalla puesta en su cintura.

-Eh, mmm- se sentía algo incómodo, y es que a pesar que no ocurrió nada en la ducha, Tamaki aún sentía las manos del rubio sobre su piel, mientras sus labios eran invadidos por besos lujuriosos- Mirio, no trajiste tú pijama.

El mayor se giró, esbozando una coqueta sonrisa- No creo que ésta noche duermas.

El pelinegro se giró y tragó saliva. Se encaminó a su clóset para sacar una polera y un shorts, sin embargo no alcanzó a llegar. Togata lo había abrazado inesperadamente.

-Ahh, Mirio- sintió un escalofríos al verse rodeado por los brazos del rubios, además de ardientes besos que se posaban en su cuello y hombros. Tamaki cerró los ojos.

Togata pasó sus manos hacia adelante, acariciando la piel del pelinegro. Al llegar a la cintura, le soltó la toalla, quedando ambos nuevamente desnudos.

-Mi...rio...

-Sé mío- le susurró en la cerca de su oreja.

-Ahh- eran diversas sensaciones que le hacía sentir el mayor. Su miembro comenzó a despertar de aquéllas caricias- ¡Ahh!.

La mano de Togata se cerró en un perfecto círculo sobre su miembro, comenzando a masturbarlo. Las respiraciones de Amajiki se hicieron irregulares. Gemidos y jadeos no paraban de salir de una boca semiabierta.

El rubio deslizó su otra mano hacia el culo de su uke, dándole un fuerte agarrón, que hizo saltar al menor.

-Me tienes caliente.

-Mirio.

El rubio le tomó la mano y caminaron a la cama. Ambos llevaban el mástil más duro que el quirk de Kirishima.

-Ven.

-Mirio, yo no...

-Sí, sí puedes- le dijo mientras se acostaba- Ven- volvió a llamar.

Rojo hasta el alma, Tamaki se subió sobre Togata, dándole la espalda, acomodando sus cuerpos en un perfecto 69.

-Hermoso- dijo Mirio, acariciando ese bello culo que tenía sobre el. Abrió la boca y comenzó a succionar el falo del contrario.

-¡Ahh!- Amajiki contrajo su musculatura, jamás se imaginó que alguien le daría sexo oral. Trató de calmar sus nervios, se agachó levemente, llevando el duro miembro del rubio dentro de su boca.

Togata elevó levemente las caderas, la boca del pelinegro era fuego puro.

Lentamente Mirio comenzó a jugar con la entrada de Tamaki. Dibujando círculos a su alrededor. Sentía cómo se estremecía el cuerpo del menor. Togata solo quería hacerlo suyo.

Líquido comenzó a salir desde el ano y el pene del pelinegro. Tamaki estaba demaciado excitado, una nueva sensación que se apoderaba de su cuerpo.

Sintiendo lo ardiente que estaba, Mirio no lo pensó dos veces y metió sus dedos por aquélla virgen entrada.

-¡Ahh!- Amajiki soltó el falo de su boca, para lanzar un sonoro gemido. Ambos dedos del rubio se movían dentro, en forma de tijeras, entrenado y saliendo. Mientras Tamaki trataba de concentrarse, sí no se correría en la boca de Togata.

Pero el mayor sintió el líquido preseminal dentro de su garganta, por lo que succionó con más fuerza, haciendo que Amajiki se corriera.

-¡¡Ahh!!.