Madame Butterfly 🦋 [TodoBaku].

Capítulo 29: Medidas Especiales.

Terminada la cena, los chicos dejaron todo ordenado. Algunos fueron a la sala común a ver una película, otros pocos regresaron ese día a sus casas. No era la excepción de Katsuki, después de tomarse las medidas, debía ir directo a la Boutique.

Fue a su cuarto por la mochila con ropa y salió en dirección a los dormitorios de las chicas. En el pasillo se encontró con Todoroki.

-¿Te vas sin despedirte?.

-Nadie está arrancando- respondió con molestia el cenizo- Iré donde Yaoyorozu y luego a mí casa.

-¿O sea que no te veré?.

-Debo regresar a mí casa- le dijo Bakugō, mirando hacia un costado.

Shotō sentía que Katsuki no era sincero.

-Yo también saldré éste fin de semana a mí casa. Pero regresaré el domingo por la mañana, sí es que quieres verme.

Bakugō miró a todos lados, estaban solos en el pasillo. Se acercó al bicolor, lo tomó de la nuca y le dio un jugoso beso. Algo para que le quedara un recuerdo por varias horas.

-Te...amo- le dijo Katsuki rojo hasta la médula.

-También te amo- respondió el bicolor con una sonrisa- Espera, se me acaba de ocurrir una idea.

Tomó al cenizo de una mano y lo jaló a su habitación. Cerró la puerta con seguro.

-¿Qué putas haces?- dijo viendo cómo Todoroki buscaba algo en una pequeña caja.

-Fuyumi me envió hace unas semanas una caja de costura- contó mientras sacaba una cinta para medir- Sí Yaoyorozu quiere tus números, yo se los daré- sonrió.

Bakugō entendió para dónde iba todo. Dejó la mochila sobre él escritorio, y se sacó la chaqueta, quedando solo con la polera.

-Bien, primero la espalda.

En unos minutos Shotō le había tomado todas las medidas al cenizo, no se le fue ningún detalle.

-Listo- dijo el bicolor, guardando la cinta de medir- Aún es temprano- le dijo acercándose- Podrías darme algo de amor- rodeó con sus manos el culo del cenizo, dándole un fuerte apretón.

-Es que... Ngh- un beso del bicolor dejó a medias las palabras del rubio. La mente de Bakugō viajó a la Boutique, no sabía en que puesto lo pondría esa noche Madame Butterfly, tener sexo en estos momentos, no era buena idea- Sho... tō- jadeó tratando de controlarse, pero le era difícil decir que no a esos sensuales labios. Además nadie, pero nadie jamás, lo había tocado como lo hacía Todoroki, y eso más lo volvía loco- Shotō- susurró nuevamente al senir los dientes morder su cuello.

Las manos del bicolor viajaron por ese escultural cuerpo, levantó la polera y se la sacó. El bicolor dirigió su  boca a esos rosados botones.

-Ahh...

Su lengua acarició ambas por igual, cada vez que las recorría, endurecían. Luego de unos segundos, se incorporó y se sacó la ropa. Antes sacó algo del bolsillo de su pantalón, lo abrió y luego se lo comió.

-¿Qué era eso?.

-Ya verás- sonrió el bicolor.

Comenzó a bajar lentamente, hasta quedar de rodillas, abrió su boca y se llevó todo ese duro falo hasta el fonde de su garganta, con el cuidado de que ahora tenía un dulce de menta fuerte dentro de su boca. Bakugō sintió una extraña, pero rica sensación en su pene, algo fresco, helado, que lo dejaba sensible.

-¡Ah! ¡Ahh!- sus piernas temblaron al sentir la lengua del medio albino, acariciar su miembro de esa manera. Afirmó con sus manos la cabellera bicolor, mientras Shotō le metía un dedo por el culo- ¡AHH!.