Madame Butterfly 🦋 [TodoBaku].

Capítulo 46: Término.

Los ojos de Todoroki se llenaron de lágrimas, viendo cómo Bakugō subía y bajaba por el caño, mientras mujeres y hombres vitoreaban y lanzaban dinero.

-¿Qué ocurre?- Endeavor se acercó al bicolor.

-Ese chico- dijo tratando de aguantar el nudo en su garganta- Ese chico es de mí clase.

-Es cierto, estuvo en el festival deportivo y en mí agencia. Debemos hablarlo con Eraserhead. No le quites los ojos de encima.

-No lo haré- dijo apenas, viendo cómo el cenizo hacia piruetas por la barra.

La música estaba llegando a su fin. Bakugō lo único que quería era bajar, vestirse e ir a ayudar en la barra. No contaba con la nefasta sorpresa que lo esperaba. Terminó con una pirueta, dejando a todos los espectadores complacidos.

Sonrió, hizo una reverencia y se dirigió a la parte de atrás, bajó una pequeña escalera, tenía en mente ir a su habitación. Caminó unos metros, cuándo le taparon la pasada.

Levantó la vista para pedir permiso, pero sus palabras se quedaron atoradas. La mirada de Shotō lo decía todo, Katsuki sintió que su alma se quebraba en mil pedazos. La sorpresa de verlo ahí, y en esas circunstancias, lo dejaron completamente atónito.

-Esto terminó- dijo Todoroki, pasando por su lado. Bakugō sintió miles de espinas clavarse en su garganta.

Se giró para hablar con él, pero apareció su compañero.

-¡Lo has hecho de maravilla! ¡A todos les encantó bebé!.

Katsuki estaba en blanco, completamente ido.

-¿Bebé? ¿Estás bien?- lo sacudió un poco.

-¿Qué?.

-Qué sí estás bien. Oye, te toca estar en la barra. Debes apoyar a Louis- le dijo el pelinegro, tomando su brazo- Vamos a cambiarte.

A lo lejos, Todoroki vio cómo el cenizo se perdía entre los pasillos.

Pasado unos minutos, Bakugō regresaba con Kai. Ésta vez vestía una camisa blanca abierta, dejando ver sus pectorales, y unos ajustados pantalones negros. Se fue tras la barra.

-Bien bebé, te veré después- le dio un beso en la mejilla y se fue a sentar a los sillones.

Katsuki estaba realmente nervioso, sus manos temblaban ligeramente, al mezclar los tragos. Dentro de lo que podía, mantenía la calma. Estaba comenzando a bajar las revoluciones, cuándo dos hombres se sentaron frente suyo.

Al levantar la vista, pudo reconocer a los dos héroes, sus pasantías fueron con ambos.

-Un whisky, por favor- pidió Endeavor.

-Un martini seco, gracias- dijo Jeanist.

Bakugō aún no salía de su impresión.

-¿Está bien, joven?- preguntó el pelirrojo.