Capítulo 33: Invento.

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Después de la cena Iida se llevó a Aoyama a su habitación, pues quería ver a ese sexy rubio, con las piernas sobre sus hombros.

-Ah, Ahh, Hah...

-Me encanta verte de Maid- le decía el peliazul mientras movía sus caderas.

Yuga tenía las piernas sobre los hombros de Iida. El delegado estaba gozando del buen sexo con su chico brillante. Aoyama disfrutaba de las embestidas, mientras levantaba sus caderas para saborearlo todo.

-¡AHH!- gemía al sentir su punto sensible ser golpeado una y otra vez. Iida se acercó a esos dulces labios, para devorárselos.

-Mm, mhh, ngh- la lengua del peliazul se paseaba por cada centímetro de esa sensual boca.

-¡AH! ¡Ten...ya!- liberó sus labios y apretó los fuertes brazos de Iida, mientras se corría sobre ambos cuerpos.

-Yu- susurró cerca de sus labios, llenándole el culo con su cálido líquido.

Midoriya se salvó única y exclusivamente, por qué ya había sido atacado por el pelirrojo durante la tarde. Después de la cena, ambos se fueron a la habitación de Kirishima, según ellos verían una película. Pero el peliverde estaba demaciado cansado, por lo que apenas se acostó en la cama de Eijiro, se acomodó en su pecho y se quedó profundamente dormido. Kirishima dejó la televisión programada, no tardó en caer en los brazos de morfeo.

Martes por la mañana, ese día debían disfrazarse de animales para atender la cafetería. Además habían avisado que quién llegara con algún disfraz a la cafetería, se le regalaría un pastelillo.

Los celulares sonaban, anunciando que la jornada estaba por comenzar, Todoroki estiró su mano sobre el desnudo cuerpo del cenizo, para apagar la alarma.

-Kats- comenzó a besar su rostro- Es hora que te vayas, sí no quieres que te descubran.

Aún era temprano y el cenizo sólo quería dormir. Estaba bastante cansado, por lo que no respondió a los llamados del bicolor, simplemente se acomodó en su pecho y siguió durmiendo.

-Ok, después no me estés gritando- cerró los ojos y durmió otro rato más.

Cuándo la alarma volvió a sonar, Bakugō por fin despertó, estiró el brazo para apagarla. Vio la hora.

-¡Maldita sea! ¡Porqué no me despertaste!- gritó a todo pulmón, mientras se levantaba para vestirse.

-Te desperté, pero no me escuchaste. Sólo te acomodaste y seguiste durmiendo.

-¡Pero...

-Además es a ti a quién le da vergüenza que todos sepan de nosotros. Por mí que Yuuei completo se entere- le dijo levántandose de la cama, cómo Dios lo mandó al mundo- ¿Hasta cuando me mantendrás en secreto, Kats?.- cuestionó, mientras le agarraba el miembro.

-Ahh, yo, no...

-¿Acaso no me amas?- susurró buscando su cuello.

-Maldición- dejó escapar- Te amo bastardo.

-Bien- le dio una mordida en el hombro, mientras lo masturbaba.

-Ahh, Ah, Hah.

Shotō juntó ambos penes y comenzó a darse placer con su uke.

-No quiero seguir esperando más, necesito que seas transparente conmigo.

-Ahh, Ah, yo...Lo diré el 31 de octubre- logró articular, sintiendo que sus piernas flaqueaban.

-La fiesta de cierre del Festival, me gusta.

Hundieron sus labios en un apasionado beso, mientras ambos cuerpos llegaban juntos al clímax.

Madame Butterfly 🦋 [TodoBaku].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora