· Capítulo 46 ·

266 38 5
                                    


Saga.

Este es uno de esos lugares que amaría Alice, la energía brota desde cada rincón, inundando todo con una sensación extraña, no es la típica energía a la que estoy acostumbrado, ni siquiera en mi forma animal se me hace cómoda. De hecho desde que llegamos lo único que me ha preocupado es esta vaga sensación de inseguridad.

Por suerte el vínculo que creo Alice con Killiam no interrumpió en lo absoluto nuestro vinculo, por lo que si está en peligro podre sentirlo de inmediato y moverme con rapidez para protegerla. Deambulo con la manada en el límite del bosque muy cerca del pueblo justo como quedamos.

Ser parte de una manada nuevamente se me hace extraño, hace tanto que los deje que me acostumbre a ser un lobo solitario, ahora no solo tengo una manada, soy el alfa y como tal todos dependen de mí, ya no es solo la seguridad de Alice y la mía propia la que me preocupa. Este lugar no es seguro, cada espacio lo grita y al igual que yo el resto está intranquilo, pueden percibir la energía extraña que emana del lugar.

Veo entre los arboles a mi izquierda a Ishihiro y Kanutzi, ambos son los miembros más jóvenes de la manada y son hermanos, ambos sumamente fuertes, pero rebeldes. Andan despreocupadamente como si se sintieran dueños del lugar, su actitud desde que los conocí me ha molestado, pero mi hermano me aseguro que eran de confianza.

El aroma en el ambiente cambia perceptiblemente cuando los vampiros hacen su aparición junto a Alice y el protector, otro que no me da buena espina, aunque Anisha confía ciegamente en él. Y esto lo se gracias al vínculo que se creó entre ambos cuando bebió de mí, eso es algo que sigue sorprendiéndome, no entiendo cómo puede permanecer como si no hubiese probado mi sangre.

El olor de Anisha impregno mis sentidos incluso mucho antes que pudiera percibir a Alice, el vínculo que cree con ella después que bebio de mí no es tan intenso como el que siente Alice por Killiam, pero si logro establecerse por lo que puede influenciarme con facilidad, con mucha más de la que ya tenía.

A diferencia de un simple humano, es muy extraño cuando un vampiro logra beber nuestra sangre, asimilarla y quedar intacto para contarlo, sin embargo Anisha bebió de mi creo un vínculo conmigo sin afectar el que ya estaba establecido con Alice, supongo que es uno de los tantos misterios que esconden los originales.

No entiendo porque no siento la misma fascinación que siente Alice por Killiam, pero es frustrante. Un vago olor a muerte llega hasta mi nariz hipersensible, distrayéndome de mis pensamientos, olfateo el aire, hay un cambio en el ambiente y no es precisamente uno bueno, aulló para alertar a la manada que se mueve entre los arboles a poca distancia de mí, suelo vagar separado de ellos. Algo no me gusta.

Un lobo gris se acerca a mí, sus ojos azules me observan con detenimiento, no necesito de palabras para comprender lo que quiere decirme, no le gusta esto, tampoco el lugar en el que estamos ni la falta de presencias en el bosque una vez cruzamos el límite de este.

Mi hermano se une a mí y caminamos uno junto al otro alertas a cualquier otro cambio, el resto permanece deambulando no muy lejos de nosotros, cuando lo escuchamos, un grito desgarrador, que eriza todos los pelos desde mi hocico hasta mi cola, giro mi cabeza buscando la fuente del mismo, pero parece provenir de todos lados y de ninguno en particular. Mi corazón late desbocado ante la expectativa de no saber que esta por ocurrir.

Dejo que mis instintos se hagan presentes, que tomen el dominio de mi cuerpo y mi lado animal haga lo suyo, necesitaba estar centrado en algún tipo de señal por parte de los vampiros, pero esto lo cambia todo, el vínculo que tengo con Alice se fortalece cuando dejo que mi instinto se haga cargo.

Killiam · El despertar · ©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora