CAPITULO 62

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Lexie.

Cada centímetro de mi cuerpo duele, cada partícula de mi existencia se siente adolorida y no logro comprender por qué. Estoy sumergida en un mundo completamente oscuro y solitario, lleno de dolor.

—¿Quién eres? —pregunta esa voz insidiosa que viene de ningún lugar, pero al mismo tiempo de todos lados.

—No lo sé...—murmuro.

Porque no recuerdo quien soy o fui.

—¿Quién es Killiam? —insiste de nuevo esa misma voz y mi pecho se contrae porque siento que ese alguien es importante.

No respondo porque se lo que va a suceder si lo hago como si no. Justo en ese instante ocurre; el dolor desgarra mi cuerpo, mi interior y mi cabeza haciéndome gritar desesperada.

—¡NO LO SÉ, ¡PERO PARA, PARA YA POR FAVOR! —grito con desespero.

El silencio es la respuesta y el dolor no se detiene porque sé que ese ser que me atormenta está consciente que siento algo, de algún modo sabe que ese nombre me hace sentir y su finalidad es que no sienta nada... eso ya lo comprendí, pero ¿cómo logro no hacerlo?


KELLER

Cada que pregunto su expresión es la misma, se llena de dolor y no precisamente por el que le infrinjo. Borrar todo rastro de Killiam ha sido un trabajo complicado. De alguna forma su relación es muchísimo más profunda de lo que espere.

Maldigo para mis adentros consciente que está aquí, que vino por ella y si ese vínculo permanece podría perderlo todo. Por lo que me enfoco y trato de ir aún más allá, penetrar más en su cabeza y en sus recuerdos, porque tengo que conseguirlo. Lexie tiene que ser mía de una forma u otra.

Sus gritos hacen eco a mi alrededor y me empeño con más fuerza a taladrar su cabeza buscando restos de esa conexión que se empeña en no desaparecer.

—¡Para por favor! —jadea intentando abrir sus ojos, pero no lo consigue.

Me acerco a ella para acaricia su mejilla cubierta de sangre. El roce de mi mano la hace estremecer y jadear porque literalmente su cuerpo está herido, su piel ha sido abrazada por el calor de este lugar y ha estado en constante regeneración.

—Sabes muy bien que no puedo hacer eso Lex —respondo acariciando su cuerpo.

Mis manos se posan sobre sus pechos y los masajeo mientras ella se queja para luego enterrar mi mano del costado izquierdo con ánimos de acariciar su corazón. El grito que sale de su garganta me hace sonreír porque es delicioso verla sufrir de esta manera.

—¡BASTA! —vuelve gritar haciendo que una onda de energía salga de su cuerpo expulsándome.

El viento que me empuja me estrella contra las rocas al otro lado de la colina. El dolor se dispersa en mi espalda con rapidez y me incorporo sorprendido que aun tenga tanto poder. Riendo me acerco a ella su cabeza cae sobre su pecho como si se hubiera desmayado.

Una vez estoy a un paso de distancia esta se eleva y sus ojos me maravillan. Son completa y absolutamente negros, su expresión feroz es justo la que deseaba ver y comprendo que finalmente lo he conseguido.

—Hola hermosa —susurro satisfecho.

Lo único que obtengo como respuesta en un gruñido y sus colmillos distendiéndose amenazadoramente.

—¡LIBÉRAME! —me ordena entre dientes y vuelvo a reír.

—Aquí no tienes...

—¡QUE ME LIBERES! —grita una vez más y la fuerza que sale despedida de su cuerpo una vez más me hace retroceder.

Rio divertido mientras la observo luchar con sus ataduras invisibles, conseguí despertar la oscuridad que habita en ella, ahora tengo que dominarla. Camino hacia ella y me impongo dejando salir toda mi fuerza, sus labios se curvan en una sonrisa despiadada y ríe retándome.

Una de mis manos se eleva y sostiene su cuello con fuerza tirando de su cuerpo, el cual se tensa, pero no sede por completo.

—Me pereces —susurro intentando imponerme sobre todo el poder que está desbordando.

—Li.be.ra.me —puntualiza mientras empieza a tirar de sus brazos.

No puedo evitar reír ya que por más fuerza que haga no conseguirá librarse, no aquí.

Sus labios se ensanchan en una sonrisa autosuficiente mientras pequeñas líneas negras van formándose alrededor de sus ojos. Poco a poco estas van extendiéndose por el resto de su rostro, luego hacia su cuerpo cubriéndolo. El tono oscuro es tan intenso que consigo distinguirlo por debajo de la sangre sobre su piel.

—Voy a matarte —canturrea de pronto y me tenso.

Porque su tono de voz a cambiado por completo. Presiono un poco más el agarre en su cuello y uso mi poder para doblegarla, pero lo único que consigo es que ría mucho más.

Pronto lo único que se escucha a mi alrededor es su risa enloquecida. La cual me enerva, pero al mismo tiempo me fascina. Intento con todas mis fuerzas hacerme con el poder, pero simplemente no lo consigo. Entonces pasa lo inimaginable...

Lexie se libera de sus ataduras y se eleva en el aire, en una enorme cortina de humo. su risa continúa llenando el ambiente y lo único que consigo es maravillarme más con su poder. es tan malditamente abrumador que no noto sus intenciones cuando básicamente la tengo sobre mí.

mi espalda choca contra el suelo, mientras sus uñas se clavan en mis hombros, sus cabellos caen sobre mi rostro desvaneciéndose y volviendo a formarse. la oscuridad es absoluta a nuestro alrededor como si hubiese absorbido incluso la oscuridad de mi propio mundo.

sus ojos están cerrados mientras inhala con fuerza sobre mi boca, luego sus labios dibujan una sonrisa maligna y lo comprendo, está dispuesta a matarme si no tengo cuidado. cuando abro la boca para hablar sus uñas se entierran aún más en mi cuerpo.

intento liberarme desmaterializándome pero es un intento imposible de lograr porque por alguna razón no lo consigo.

—No te vas a escapar —susurra en tono burlón— te pedí que me liberaras amablemente pero no lo hiciste y ahora me hiciste enojar... —sus ojos se abren y la energía que desprende su cuerpo a continuación me aplasta contra el suelo.

—Lexie —jadeo cuando su nariz empieza a olfatear mi cuello— no puedes hacerlo, si lo haces no podrás salir de aquí —le advierto, pero es inútil porque continúa rosando su nariz sobre mi cuello hasta alcanzar el lugar exacto.

—Aquí...—murmura y al instante siento sus colmillos enterrarse en mi piel.

gruño sintiendo el dolor, pero lo que pasa a continuación simplemente me deja sin palabras...


Sigan, sigan!!!

Killiam · El despertar · ©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora