· Capitulo 12 ·

826 94 36
                                    


Lexie.

Las experiencias esta noche han sido extrañas, las reacciones de Aria y Callum cuando me vieron, el interés incomprensible en Cian y el interrogatorio de Killiam, todo se me hace extraño, pero no digo nada, quizás solo ha sido imaginación mía, anqué si puedo notarme un poco diferente, tengo mayor conciencia de todo a mi alrededor y por alguna razón soy capaz de entrar en la mente de todos.

Excepto por supuesto en la de Killiam, por más que he intentado hacerlo, no he logrado vislumbrar si quiera uno solo de sus pensamientos y no tengo idea de cómo lo hace, bueno beneficios de ser el vampiro más antiguo ¿no?

Mi cuerpo se estremece sacándome de mi momento de meditación cuando cientos sus manos rosar mi piel, sus labios besar mis pechos, cuando regresamos a la habitación Killiam no me dio tiempo si quiera de saber lo que deseaba hacer, sin más se pegó a mi cuerpo y arranco mi ropa, dejándome completamente desnuda en cuestión de segundos.

Me tomo y me hizo el amor de manera intensa, había experimentado otra veces el sexo, sí, pero nunca como lo he hecho con este vampiro, él es intenso, fogoso, salvaje y desmedido, no se detiene en esos aspectos básicos que los seres humanos tienen a la hora de tener sexo, idiota él no es humano, pienso para mí misma, pero es la verdad. Él es todo poder, fuerza, magnetismo, seducción, crueldad, ímpetu.

Killiam rosa mi cuerpo con sus manos como si de una joya delicada y frágil se tratara, la sensación de sus dedos sobre mi piel es abrazadora, ya había estado con el ayer, pero esta vez se siente diferente, es como si mi piel se hubiese dividido en un millón de partículas y cada una le sintiera individualmente, luego esa información se junta formando un todo que simplemente me abruma.

Sus labios se deslizan sobre mi cuello, donde deja besos húmedos, sus colmillos rosan tentativamente la zona, pero nunca termina de morderme realmente, esa sensación de estar a punto de sentir que me morderá, me desespera y me llena de una lujuria que no sabía que era capaz de sentir.

Busco su mirada, que esta teñida con ese carmesí intenso, sonrió un poco al ver su expresión deseosa, el me mira con fijeza y susurra

– no te muevas – mi cuerpo se inmoviliza mientras el toca, besa y muerde con suavidad aquí y allá, luego toma mis muñecas y las observa con detenimiento, su ceño se frunce un poco me observa serio.

Deja un beso sobre cada una y luego toma mi muñeca derecha, la lleva a sus labios e inca sus colmillos, no causa dolor, ni placer, de hecho no estoy sintiendo absolutamente nada, como otra veces, solo el fluir de mis sangre hacia su boca, ese calor extraño que sentí hace un rato se hace presente una vez más, impulsándome a retirar mi muñeca, cosa que no logro hacer porque no puedo moverme.

Killiam sigue bebiendo, con sus ojos fijos en los míos, siento el calor crecer en mi pecho desplazarse como si tuviera vida propia de aquí, allá, abrazando todo a su paso y junto con él una ira que no logro comprender, mi maestro y creador continua bebiendo, como si no pudiera o quisiera parar.

La sangre fluye con rapidez de la herida a su boca y con esa misma rapidez, comienzo a sentir asco de que Killiam este bebiendo de mí, es una sensación extraña, como si no fuera mía, no quiero sus labios en mi piel, no quiero sus colmillos traspasando mi carne, tampoco quiero mi sangre en su organismo, cuando pienso en mi sangre, con un movimiento rápido, lo empujo y lo envió al otro lado de la habitación, mi respiración es entrecortada y un mareo invade todo mi cuerpo, una neblina cubre mis ojos por un instante y parpadeo varias veces para enfocar mejor.

Cuando busco a Killiam con mis ojos está de pie, mirándome con una media sonrisa en los labios, pero sus ojos me miran con cautela.

– Desobedeciste una orden Lexie – susurra, limpiando el hilo de sangre que cae sobre su mentón y escurre hasta su pecho.

Killiam · El despertar · ©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora