· Capítulo 24 ·

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Lexie.

Siento mi cuerpo pesado, de hecho ciento como esta sanando poco a poco las heridas que el gigantesco lobo negro me hizo. Intento abrir mis ojos pero no puedo, no sé qué pasa, pero estoy consciente de todo en mi cuerpo, solo que no puedo moverme

– Ni lo harás, estas atrapada – de nuevo esa molesta y fría voz en mi cabeza – no estoy en tu cabeza, digamos que soy parte de ti

Abro mis ojos de golpe, y lo que veo me deja confundida, es un área completamente vacía, una bruma densa ocupa todo el suelo y no hay nada a mí alrededor, estoy sola.

– hola

– no estás sola, aquí de hecho estoy contigo – de nuevo esa voz respondiendo mis pensamientos

– ¿Qué cosa eres? – preguntó en voz alta y el eco a mi alrededor es increíble

ya lo dije soy parte de ti

– no entiendo – susurro, continuo mirando a mi alrededor, cuando un ruido llama mi atención, es como cuando pones una olla con agua sobre fuego y esta comienza a hervir, observo a mi alrededor pero no veo nada.

Siento esta extraña calidez que veces me embarga y que luego se vuelve más y más caliente, esa sensación es la que siento en este momento, poco a poco el calor se extiende hasta mi pecho y siento como una presencia oscura y pesada se hace presente, observo a mi alrededor pero continuo sola

– Si este vacío te incomoda imagina que estamos en algún lugar que se te haga familiar, este espacio lo cree yo, pero si quieres algo más parecido a ti hazlo – explica de nuevo la fría voz.

No estoy entendiendo absolutamente nada, esto nunca me había pasado antes, intento avanzar pero mis pies no pueden moverse, ósea si puedo moverlos pero no despegarlos del lugar en el que estoy.

– inténtalo Lexie imagina un lugar familiar, algo cómodo para ti – cierro mis ojos y me dejo llevar por esa voz, a fin de cuentas hace un rato tuvo razón y no debí atacar al lobo y a la chica pelirroja.

Cuando abro los ojos nuevamente el lugar en el que estaba no está, sonrió un poco y observo lo que en teoría he creado. Reconozco el lugar, siempre me fascino venir aquí, me sentía genial y tranquila. Pero esto no se siente igual, de inmediato mi ceño se frunce, algo turbio ensucia el lugar, como si estuviera contenido.

Observo a mi alrededor y todo es justo como lo recuerdo, la hierba debajo de mis pies, desvió mis ojos hacia ella pero me sorprendo al notar que no puedo ver la grama, que la densa bruma sigue allí y que el sonido burbujeante continua en el fondo, las sillas del parque que solía visitar de niña con mi madre, al pensar en ella algo extraño sucede en mi pecho, algo lo oprime y de inmediato trato de pensar en otra cosa.

Continúo estudiando mí alrededor, todo luce exactamente como lo recuerdo excepto el suelo y la sensación extraña de obscuridad y maldad que se siente en el ambiente.

– se ve como lo recuerdo pero no se siente como tal – murmuro

– por supuesto, te dije que imaginaras algo que se te hiciera familiar, es extraño que hayas escogido precisamente este lugar, aunque no me sorprende la verdad – dice de nuevo esa extraña voz que no parece provenir de ningún lugar y al mismo tiempo de todos lados – este es mi lugar acabo de decírtelo, todo debe sentirse como yo deseo o mejor dicho como soy – agrega una vez más y mi ceño se frunce

– Es decir que eres algo con mucho poder maligno – agrego dudosa

sí, algo con mucho poder, más del que puedes imaginar o incluso Killiam, pero esto es solo por una razón

Killiam · El despertar · ©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora