Hace cinco meses
Jude
Fue el suave sonido de una puerta cerrarse lo que hizo que la muchacha comenzara a despertarse. Sintió la claridad del exterior a través de sus párpados, que hizo que apretara los ojos unos segundos para luego abrirlos de golpe; aquello la aturdió ligeramente.
Cuando estuvo un poco más lúcida miro a su alrededor, dándose cuenta de que Adams ya no estaba allí, a su lado. Una parte de ella se decepcionó un poco, al recordar lo que había pasado esa noche. Sin embargo, al pensarlo detenidamente pensó en si pasó de verdad o solo había sido un sueño.
Miró la mancha roja que tenía en la ventana de su asiento, observándola bien. Eso sí que había pasado, la mano ensangrentada sobre la superficie del cristal. Era un zombi, con el que Adams acabó segundos después, justo a tiempo de que consiguiera poder atrapar a Jude.
Adams... La había salvado de tantas situaciones. Ella se sentía un poco inútil junto a él. Sí, le ayudaba a buscar comida y provisiones, pero cuando estaban en peligro ella era incapaz de hacer nada. Lo que la llevaba a plantearse otra pregunta: ¿Cómo había sobrevivido sola durante tanto tiempo, antes de que él la encontrara? No le encontraba ningún sentido.
Suspiró cansada; estiró la espalda todo lo que pudo. Debido al pequeño espacio que tenía para dormir era bastante incómodo lograr una buena posición. Por mucho que la consiguieras, al final acabas teniendo el mismo resultado que al principio.
Un pequeño golpe sobre la ventanilla la hizo sobresaltarse del susto. Por un momento se sintió presa del pánico, pensando que era otro infectado o zombi el causante de aquello; pero se relajó al observar que en realidad había sido nada más y nada menos que Adams. Se llevó la mano al pecho, aliviada.
Abrió la puerta y al instante el sol le molestó a los ojos; fuera era más intenso, pero a pesar de eso, no hacía calor. Sintió como todos sus músculos se estiraban después de mucho tiempo. Suspiró, le dolían las piernas por haberlas tenido encogidas.
—¿Qué tal has dormido? —preguntó el muchacho una vez estuvo delante de él.
—Bien —respondió simplemente. Se quedaron mirándose en silencio unos segundos; Jude no pudo evitar desviar un momento la vista hacia los labios del chico, tragando saliva nerviosa al darse cuenta de lo que había hecho. No quería que se diera cuenta.
Sacudió levemente la cabeza, apartando ciertos pensamientos de su mente. Se llevó un mechón de pelo detrás de la oreja y carraspeó, tratando de llamar la atención del muchacho.
—¿Qué hacías fuera? —preguntó, cambiando de tema—. Cuando desperté no estabas y por un momento pensé que...
—Solo quería ver si había algo cerca —la interrumpió—. Fui a buscar agua y comida, pero solo logré encontrar una botella. —La mostró, alzándola con la mano derecha.
La joven asiática asintió, el ambiente que les rodeaba parecía haberse vuelto incómodo por alguna extraña razón. Aunque una parte de Jude pensaba que era por aquel suceso de la otra noche, porque para ella no fue ningún sueño. ¿Habría pensado él también sobre lo que pasó o lo habría olvidado? Quizá ella estaba exagerando y no había sido para tanto, pero le costaba creerlo dado que le había hecho sentir cosas que nunca sintió.
—¿Jude? —preguntó Adams preocupado, al ver que la chica se había quedado quieta, sin decir nada. Esta reaccionó ante su llamada—. ¿Estás bien? —La joven asintió pausadamente—. Deberíamos movernos, no es seguro quedarse parados aquí.
Adams
Volvían a caminar sin un rumbo fijo; no sabían hacia donde se dirigían, solo esperaban encontrar un sitio seguro donde conseguir pasar la noche. Así seguirían haciéndolo sucesivamente hasta que encontraran algo más estable, como la cabaña de la que habían tenido que huir.
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Letales (#1) © ✔
Science FictionJude estaba sola, no recordaba nada ni tenía a nadie. Él la encontró, y desde entonces todo comenzó a cambiar. Todo él era misterioso, nunca le dijo su nombre. Y aún así, confiaba en él. Pero había cosas que le ocultaba. Y después de todo, quizás n...