01

6.4K 475 199
                                    

¿Qué es esto?
¿Acaso un sueño?
¿Realidad?
No comprendo...

No dudé en abrir mis ojos sintiendo una dolorosa migraña.
Giré mi cabeza a mi izquierda observando un mueble justo a lado de mi cama, este llevaba un reloj marcando la una cuarenta y tres de la tarde.

Es imposible que haya despertado a esa hora, tan tarde.
¿Qué habrá pasado?

Manteniendo mi postura seguí admirando mi propia habitación, ¿por qué sentía que aquel sitio no era mi lugar? Algo andaba mal y no estaba seguro de lo que era.
Ninguna pared estaba pintada, todo absolutamente blanco, también podría verse como es que tenía un televisor de treinta y dos pulgadas justo arriba de una cómoda extremadamente larga, cargada de varios cajones. Además de que a lado de la televisión había figuras coleccionables de acción. Lo cual le llamó la atención.
A su lado derecho se encontraba su armario, siendo para nada interesante  solo que un papel pegado en una esquina se lograba ver.

Con pies descalzos me decidí a salir de la comodidad de mi cama.

Mis pies se movían de forma lenta como si jamás me hubiera despertado de aquel sueño largo.
Dando un paso tras otro logré llegar donde estaba aquel papel pegado en el armario. Bufé al encontrar un tonto póster de una chica en bikini.

Sin embargo no fue en vano, pues al pararme logré mirar por la ventana, había una vista totalmente simple; una calle sin gracia, árboles adornando los exteriores de las casas junto a su verde pasto o césped mejor conocido, las casas de los vecinos de igual forma se veían ordinarias a cualquier otra.
Nada interesante que ver.

No era todo lo que había en mi habitación, por supuesto que no. No contaba con aquella otra mesa junto a mi cama del lado derecho, parecía ser un escritorio con su respectiva silla. Sobre la mesa blanca habían libretas y libros "Rítmica/métrica, acústica, historia, Metodología, inglés" eran aquellos títulos de los libros presentes, además de que junto a los libros se encontraba un horario de clases.

No era todo en ese escritorio, se encontraba de igual manera una fotografía de dos sujetos, al parecer uno soy yo y otro un amigo. ¿Cómo es posible que ni siquiera me reconozca a mí mismo?.

Un aroma muy delicioso provocó que dejara de pensar en esas cosas y que automáticamente mis pies se movieran saliendo de la habitación, justo en frente de mi recámara había otra puerta, no le di importancia y solo enfoqué mi vista a las escaleras por lo que bajé percatandome de que había otra puerta más frente a estas que te hacían subir y bajar de planta.

Al llegar miré que mi casa era amplia, pues se separaba su living room de la cocina y así mismo del comedor, todo en cada diferente sección.  Caminé sin rumbo solo me gustaba ver de cada decoración juntos a las fotografías que relataba una historia, lo más emocionante es que se podía ver como había otras personas, dos mujeres una joven y una adulta, además de un hombre.

-Al fin despiertas.-Habló aquella chica caminando a su lado para dirigirse a la mesa grande donde todos comían.

No mencioné ninguna palabra, sólo me apresuré en seguirla y tomar asiento.
Además de esa chica, había un hombre leyendo del periódico nacional y una mujer colocando el último plato de comida sobre la mesa.

-Bien... ¡A comer!.-Mencionó la mujer.-Por dios MinHo ¿sigues en pijama? Mira la hora, ya deberías estar duchado, esta bien que sea sábado pero por favor sé decente en levantarte más temprano.

¿Me hablaba a mí?.

Yo la miré y ella tenía su vista fija en mí, ¡por todos los cielos! ¿Quién olvida su propio nombre? ¡Es verdad, soy Lee MinHo! ¡Lee MinHo!.

Con dichos recuerdos comencé a comer, dándome cuenta que no estaba con extraños, sino con mi familia, aquella que pasó junto a mí de cabellos hondulados y castaños, su cabello llegaba hasta sus hombros no era corto ni largo, se veía decente totalmente y mayor que yo.
Aquel hombre de bigote se trataba de mi padre, era totalmente serio a diferencia de la chica que se la pasaba quejándose parecía que hablaba con ella misma.

-No mamá, no volveré a cortar mi cabello, eso quedó en el pasado.

Con quien hablaba era mi madre, su sonrisa linda y cálida y a diferencia de lo que parecía ser mi hermana tenía su cabello corto, arreglado y sin ninguna cana, magia gracias al tinte.

-Y bien MinHo, te veo muy serio cariño, ¿sucedió algo? ¿Por qué no salias de tu recámara?.

-Yo.... No... No lo sé, creo que tenía sueño.

-¿Sueño? Ajá si claro... Si no hubiera sido por mí, hubieras despertado en el porche fuera de casa.-Hablaba aquella castaña hondulada.

-¿ah?

-Si que bebiste fuerte, pareciera que no recuerdas nada, no aguantas ni tres cervezas y ayer bebiste más de eso, tus amigos te trajeron a casa y yo por suerte me desperté para beber agua tibia en cuanto te oí llegar, estabas tan ebrio que ni siquiera podías meter la llave.

Había comprendido, el la verdadera razón de mis acciones y pensamientos, resaca. Solo eso.

La comida continuó donde la chica siguió hablando, recordé su nombre después de que mi madre lo mencionó MinYoung.
Mi padre mencionó solo dos oraciones "Pasamé la sal" y "Gracias por la comida".

Se puso de pie y camino escaleras arriba.

-MinHo, ¿por qué no vas con tu padre? Seguramente ambos se divertirán con alguna actividad de hombres.

Hablaba mi madre, pero un ruido de un celular se hizo escuchar por lo que me puse atento siguiendo el ruido y darme cuenta que se trataba de mi teléfono celular.

"Llama"

El nombre era extrañadamente raro, pero contesté para encontrar una respuesta en saber de quien se trataba aquel que se encontraba en la otra línea telefónica.

-¡MINHO!.-Gritó desesperado un hombre.

-¿ah? No grites, aún me duele mi cabeza.

-Lo siento... Pero te necesito, estuve mirando las fotografías de lo bien que la pasamos en la noche y ¡no creerás lo que hice! Al parecer  besé a JeongIn.

-¿ah? ¿Quién es ese?.

-¡Santo cielo!  ¡Si que te pegó fuerte!  JeongIn el chico de primero, aquel de ojos de alcancía, el sujeto que usa gorros extraños, pero mágicamente se ve bien.

-¿sabes algo? Ni siquiera te recuerdo a ti, mucho menos recordaré a quien besas, ahora colgaré ya que quiero dormir ¿si?.

Dicho aquello finalicé la llamada dándome cuenta de que mi celular tenía veinte por ciento de batería así que lo conecté volviendo a recostarme en la cama para cerrar mis ojos lentamente pensando en un ¿por qué?

Muchas veces te encuentras en un profundo sueño y no te das cuenta, o simplemente no sabes que sueñas, ¿te ha pasado? Que yo recuerde... A mi no, ni siquiera me acuerdo con precisión de mis sueños, simplemente dejo que fluyan restándole importancia.

Cierra tus ojos piensa en ti, en mi historia, no conoces a nadie ¿se siente frustrante no? Así es como me siento, por lo cual comenzaré a escribir en esta libreta, cada cosa para poder recordar algo, pues siento que nada está bien y eso preocupa.

Despierta. Despierta. Despierta.

¿Qué es esto?

Lee MinHo.

He Is Real (MinSung) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora