Capítulo 21 "La Verdad"

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Llegué a casa de Chris y toque la puerta cerca de 3 veces pero nadie abría. Entonces, le llame a Chris.

-Ahh Chirs... Estoy aquí afuera, podrías abrirme?-pregunté en la llamada.

-Llegó en 10 min -contesto.

-Puedo irme a mi casa si estas ocupado -sugerí desanimada.

-Solo esperame -Colgó.

Me quede sentada afuera de su casa en la banqueta. Habían pasado 15 min y el no había llegado. Saque mi celular y comencé a ver mis mensajes cuando el Auto de Chris apareció.
Salió del coche me miró y siguió caminando hacía la puerta de entrada. Me levante y camine detrás de él, habrio la puerta y me dejó pasar.

-¿Por qué no pudiste pasar por mi? -pregunte.

-Lo siento, pero tuve que llevar a la profesora Alejandra a su casa -contesto fríamente mientras se dirigía a la cocina.

¿Qué tenía que hacer el con la profesora? Sentía celos, me sentía insuficiente. Esa profesora era tan hermosa, era alta, rubia de ojos color miel.

-Tuve que caminar hasta aquí -conteste mientras me sentaba en el sofá.

-Supongo que no te importa. Digo, si puedes saltar desde bardas y pelearte a golpes ¿Qué más da caminar un poco por la noche? -respondió Chris saliendo de la cocina con dos vasos de agua.

El se estaba comportando como un maldito idiota.

-Ne... Necesito explicarte eso -conteste mirando mis dedos mientras el se sentaba a mi lado.

-¿Qué explicación lógica hay para ser así de agresiva? ¿Que explicación hay para toda la mierda que hiciste en esa maldita fiesta? Deja de ser tan inmadura por Dios ______. -dijo parándose bruscamente del sofá.

Sus palabras dolían. El no entendía toda la mierda que estaba viviendo.

-Solo siéntate... Por favor siéntate Chris. -conteste.

-No pensé que fueras igual que las demás chicas de tu edad. Te creía diferente, te creía madura -dijo y se sentó de nuevo.

Una lagrima salió de mi ojo pero la limpie rápidamente.

-Esa noche cuando iba camino a mi casa por algo que había olvidado vi a mi padre... Vi a mi padre con otra mujer, me sentí tan mal que lo único que quería era llorar y contárselo a alguien así que corrí a mi casa a contarle a Paola. En el camino me caí, por eso mis rodillas estaban así... Después entre y te vi con ella, lo único que quería era irme y beber hasta no saber nada de mi. Se que puede sonar a algo inmaduro, pero era mi única solución en ese momento, era la única forma de sacarme esas imágenes de la cabeza.

Chris solo se dedicaba a escucharme atentamente.

Llegué a la fiesta y me encontre con Paola, bebimos, bebimos demasiado hasta que... Un chico...

-Un chico ¿que? -pregunto Chris enojado- ¿Te hizo daño?.

-El me ofreció droga y yo acepte... Y no sabes lo mal que me siento al respecto... De verdad lo lamento mucho -Dije arrepentida.

Chris se levantó y se puso una mano en la barbilla tratando de controlar su enojo.

-Después de eso me avente a la piscina totalmente ebria y drogada... Casi... Casi muero por que no sabía nadar, pero Paola me saco y después estuve bien.

El enojo de Chris crecía y crecía.

-Entonces llegó la policía y estaba muy mal, si me hubieran visto así me hubieran llevado. Así que saltamos de la barda del patio trasero, salte y caí mal, después salto Paola y callo encima de mi. Es por eso que mi espalda está tan lastimada. -dije con miedo a la reacción de Chris.

Querido Profesor |Chris Evans|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora