13. Golpizas a domicilio

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De no haber estado un poco lenta y desorientada me hubiera reído de la cara que Caleb puso al verme. Era la mezcla perfecta de enojo, preocupación y confusión. 

- ¿Qué sucedió? - corrió hacia mí y me sostuvo. Solo sonreí y deseé apoyarme en su hombro, lucía tan suave y cómodo.

- Hey... tuve mi primera pelea física - contesté todavía sonriendo. Aparentemente, la poca energía que me quedaba se fue en esa pequeña frase. Mis piernas empezaron a temblar, hubiera caído al piso de no ser por los brazos de Caleb.  

A lo lejos escuché como la voz de Kelly explicaba lo sucedido en la cafetería. 

- ¡Jane, no te duermas! ¡Tienes que mantenerte despierta! - exclamó Caleb sacudiéndome - Si tienes una concusión no puedes quedarte dormida ¿Me escuchas?

- Shhh... no grites - contesté en voz baja. Me pregunté si me habrían escuchado.

- ¡Conseguí el kit de emergencias! - gritó Kelly.

Y sin decir una palabra, Caleb me levantó en sus brazos como si fuera una bolsa de ropa. ¿Estaba corriendo? ¿Podía correr y subir las escaleras conmigo en brazos? Le daría un reconocimiento en cuanto pudiera caminar y pensar claramente. Caleb olía bien. Me pregunto a donde iba... 

- ¡No cierres los ojos! - me pidió. Estaba intentándolo pero realmente estaba cómoda.  

Cuando por fin llegamos al octavo piso, Kelly rebuscó en mi bolsa por la llave del departamento. Entramos y Caleb me acomodó en el sofá y abrió el pequeño maletín de emergencia. Empezó a darle órdenes a Kelly a diestra y siniestra. 

Ambos revoloteaban a mí alrededor. El dolor me hizo ser más consciente de todo. Grité un poco cuando Caleb empezó a revisar mi cabeza. 

- Detente - dije alejándome de él.

- Lo siento, Jane, pero tengo que revisar el tamaño de la herida, aquí también tienes algo de sangre. Sostén esto en tu labio - dijo Caleb extendiéndome un pedazo de tela húmedo - ¿Conoces a la chica que te golpeó?

- No.

- ¿Solo llego y te empujo? Tuvo que haber otra razón...

Aquí vamos de nuevo. Decírselo a Caleb sería aún más vergonzoso, hacía todo más real. Caleb sabía que mi novio anterior también me había engañado... casi podía escuchar sus burlas. 

- Bradley tiene otra novia - contesté despacio - Fue ella la que me hizo esto. 

Caleb se detuvo, sentí como presionaba algo húmedo en la parte de atrás de mi cabeza. Se puso frente a mí y me miró confundido. Kelly miraba la escena cruzada de brazos.  

- ¿Y tú sabías que tenía otra novia? ¿Aceptaste salir con él sabiendo que ya tenía novia? - preguntó Caleb abrumado.

- ¡Por supuesto que no! ¿Qué clase de persona crees que soy? Jamás haría eso, me enteré hoy mientras esa chica me arañaba la cara como gato salvaje.

- ¡Debimos llamar a la policía! - exclamó Kelly - La psicótica novia de Bradley no puede andar por ahí golpeando chicas inocentes.

- Técnicamente yo era la chica con la que Bradley la engañaba - dije resignada.

- ¡Pero tú no tenías ni idea de que él tenía a otra! - dijo Caleb furioso - Ese pedazo de basura... ¿Sabes en donde vive?

- ¿Acaso planeas ir a golpearlo? - preguntó Kelly - Porque si es así, cuenta conmigo.

- Jane, ¿Tienes la dirección exacta? - quiso saber Caleb.

- ¡¿Se están escuchando justo ahora?! - contesté - No pueden hacer golpizas a domicilio, están locos si creen que simplemente pueden aparecer en la casa de Bradley y lanzarse contra él.

- ¿Y por qué no? Es lo que hizo su novia, el sujeto tiene que saber que no puede andar por la vida engañando a las personas - intervino Kelly.

- Ya planearemos el castigo del imbécil de Bradley - Caleb dejó de presionar la parte trasera de mi cabeza - La herida de la cabeza es muy pequeña y ya no te sale sangre, tu labio sigue un poco hinchado y los rasguños de tu rostro no fueron muy profundos. Dios, Jane ¿Cómo te pudo pasar esto a ti? - Sus ojos recorrían las heridas de mi rostro con verdadera preocupación.

Mi análisis de Caleb fue interrumpido cuando alguien decidió tocar la puerta de mi departamento. Caleb se levantó y corrió a abrir. 

No pude respirar cuando vi que Bradley estaba en la puerta de entrada. 

- Justo a quien tenía ganas de ver - dijo Caleb por lo bajo antes de tomar a Bradley por el cuello de su camisa y empujarlo con fuerza a la pared del pasillo.

- ¡Jane! - gritó Bradley - Puedo explicarlo... solo déjame hablar contigo.

- Eres más estúpido de lo que pensé si crees que vas a poner un pie en ese departamento - gruñó Caleb.

Kelly corrió a cerrar la puerta para que Bradley no pudiera verme, alcancé a ver como Caleb le daba un puñetazo en la mejilla antes de que la puerta se cerrara complemente. 

Me levanté y camine hacia la puerta pero Kelly estaba en medio y no parecía tener intenciones de moverse. 

- Sé que odias la violencia pero esto necesita pasar, ese sujeto necesita aprender la lección - dijo Kelly - Y por cierto ¿Por qué no me dijiste que tu vecino era una especie de sexy vengador?

¿Caleb sexy? Alejé el pensamiento de mi cabeza. No podía escuchar lo que Caleb le decía a Bradley. Solo escuchaba fragmentos de quejidos, golpes y groserías. Minutos - que me parecieron una eternidad - después, Caleb regresó, su cabello estaba un poco despeinado, pero fuera de eso, no tenía golpes visibles. 

- Listo - dijo Caleb acomodándose la ropa - Dudo mucho que se atreva a volver a cruzarse por tu camino.

- ¿Está bien? ¿Lo golpeaste mucho? - quise saber.

- Estará bien, el muy cobarde se fue corriendo. Tuvo suerte, pudo haberle ido mucho peor - dijo en tono orgulloso mientras se acariciaba los nudillos de las manos.

- No puedo creer que no tuviera vergüenza de venir hasta tu departamento - Kelly se sentó a mi lado en el sofá.

- ¿Puedo dormir ahora? - pregunté de la nada. Caleb y Kelly me miraron en silencio por unos instantes.

- Supongo que si - contestó Caleb - La contusión no es grave, quizás te duela un poco cuando apoyes la cabeza en la almohada.

- ¿Quieres que me quede más tiempo? - preguntó Kelly.

- No. Solo vuelvan a lo suyo, necesito estar sola - pedí acostándome en el sillón - Hablamos mañana.

- De acuerdo - dijo Kelly poniendo su mano en mi hombro por unos segundos - Tienes mi número de celular, puedes llamarme en caso de... cualquier cosa.

- Está bien, gracias.

Kelly salió del departamento dejando a Caleb parado incómodamente en la puerta. 

- Jane, no estoy seguro de que dejarte sola sea lo mejor...

- Es lo mejor, por favor Caleb. Déjame sola.

- Estaré enseguida - dijo suavemente antes de salir.

Las lágrimas que había estado conteniendo por tanto tiempo, empezaron a brotar de mis ojos en cuanto Caleb cerró la puerta.

En el departamento de al lado...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora