18. Pero tú te vas conmigo.

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Al día siguiente después de clases, había recibido una invitación por Facebook para ir a la fiesta de una chica de mi clase llamada Clare. Llevaba tres clases con ella y había hablado con ella,  así que no me pareció mala idea asistir. Para ello necesitaba llevar a mi fiel acompañante: Kelly.

-          ¿Qué quieres decir con que no puedes ir? – le dije a Kelly por teléfono - ¡Amas las fiestas!

-          Tengo planes con Tom, tendremos una especie de maratón de las películas de El Señor de los Anillos – casi podía ver su cara de decepción.

-          ¿Me estás diciendo que cambiaras una fiesta por Frodo y criaturas orejonas?

-          Sé que te estás muriendo por usar el vestido rojo que compraste la semana pasada, está sería la ocasión perfecta para usarlo.

-          ¡Lo sé, lo sé! ¡¿Crees que no he pensado en ello?! ¡Muero por ir a esa fiesta! – exclamó, tuve que alejar el teléfono de mi oído – Pero no puedo cancelarle a Tom.

-          Puedes decirle que venga con nosotras a la fiesta.

-          Si… no lo creo. No le gustan mucho las fiestas, estaría ahí siendo miserable.

-          Estoy segura de que Tom quiere que seas feliz ¿Y qué te causaría más felicidad que venir a la fiesta?

-          Definitivamente no ver El Señor de los Anillos – respondió - ¡Hablaré con Tom! Tendré que mentirle. Te veo en la casa de Clare a las nueve – y colgó.

-          Eso fue rápido – dije para mí misma antes de correr a prepararme para la fiesta.

***

Salí a las 8:40 de mi departamento. Bajar los escalones con zapatillas no era mi fuerte así que lo hice despacio. No quería ser superficial pero sabía que lucía genial, había elegido un vestido negro que se ajustaba en las partes correctas, hacía mucho frío así que tuve que usar un abrigo. Incluso mi cabello había cooperado un poco.

Cuando llegué al recibidor, Caleb estaba recogiendo recibos y papeles de su pequeño buzón. Estaba de espaldas así que decidí que era la oportunidad perfecta para asustarlo. Me acerqué sigilosamente, alcé las manos con la intención de sacudirlo por la espalda y…

-          Ni siquiera lo pienses – dijo volteando hacia mí. Me recorrió con la mirada rápidamente cuando vio que estaba usando un vestido. Hombres.

-          ¿Cómo supiste que era yo?

-          Te escuché bajar por las zapatillas, probablemente todos los vecinos lo hicieron – dijo mirando mi elección de zapatos – Tendré que tranquilizarlos e ir a decirles que el edificio no se está derrumbando.

-          ¿Por qué tienes que ser tan…

-          ¿Observador? ¿Encantador? – ahí estaba la falsa sonrisa de comercial de pasta dental de nuevo.

En el departamento de al lado...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora