Capítulo 17

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[ Tú ]

Jason no dice nada y muerdo mi labio.

—Querido hermano ¿Cómo estás? ¿Amaneciste bien? Ufff ¿Sabes? Tengo bastante calor, me voy a mi cabaña. Adiós.

Doy unos pasos hacia al frente para irme, pero Jason se atraviesa en mi camino.

—______________ —murmura cruzándose de brazos.

—Jason —repito su acto.

Frunce el ceño, y yo lo veo con cara angelical.

—____________ —gruñe y doy un suspiro pesado.

—Bueno, ya. Tranquilízate.

Jason ladea la cabeza, —¿Me puedes decir que hacías saliendo de la cabaña de Nico?

Frunzo los labios y maldigo internamente.

—Bueno ya sabes, Nico y yo somos amigos y...

—__________, la otra vez se estaban peleando. Que yo sepa, ustedes dos no están en buenos términos.

Arrugo la nariz al recordar esa discusión.

—Ya resolvimos esa pequeña diferencia entre nosotros.

<< Ajá sí, ayer nos estábamos gritando y ahora estoy diciendo que resolvimos las cosas. Que mentirosa soy, me va a crecer la nariz como a pinocho. >>

—¿Cuándo?

Alzo una ceja.

—¿Cuándo qué?

—¿Cuándo hablaron y resolvieron el asunto?

—Ayer —me encojo de hombros.

Mi hermano el rubio frunce el ceño.

—¿Ayer?

Asiento y su ceño se frunce aún más.

» ¿Él fue el causante ________?

Lo miro confundida.

—¿De qué hablas?

—¿Él fue el causante de que te hicieras daño? De que te corta... —Pongo mis manos sobre los labios de Jason para que se calle.

—Baja la voz, la gente nos puede escuchar —susurro—. Pero no, él no es la causa de lo que hice. Nico y yo hablamos en la noche.

Quito mis manos y me alejo un poco.

—Pero en la noche me dijiste que te irías a tu cabaña, ¿Acaso no lo hiciste?

Suspiro con pesadez.

—Si lo hice. Llegué a mi cabaña, me puse mi pijama y me dormí, solo que me desperté por tener pesadillas con... —Un nudo se forma en mi garganta y no puedo de repente hablar.

—¿Con quién? —Jason me mira con preocupación y yo niego con la cabeza.

Carraspeo un poco mi garganta para lograr hablar.

—Con nadie, no es importante —Jason abre la boca para replicar, pero empiezo a hablar de nuevo—. El punto es que salí en la noche después del toque de queda y fui caminar al bosque. Necesitaba aire fresco.

—No puedes hacer eso, es peligroso.

Frunzo los labios.

—Lo sé, entendí eso muy bien anoche —ladeo la cabeza—. En fin, me encontré a Nico y empezamos a discutir de nuevo. Unas arpías nos escucharon y nos empezaron a perseguir, para el colmo yo no traía puesto mi collar así que no me podía defender.

Y si te digo que te amo...   (Nico Di' Angelo) (Re- Subiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora