Capítulo 19

734 65 19
                                    

[ Nico ]

—No se lo diré a nadie —ella se volta un poco para mirarme—Sobre lo que me contaste en tu cabaña.

Observo como da un suspiro de alivio.

<< Ella no quiere que lo cuente. Bien, entiendo >>

Se vuelve a girar y abre la puerta, camino en silencio y con rapidez para posarme detrás de ella. Acerco mi rostro y mi aliento choca con su oreja.

—Fue un buen beso, por cierto —susurro sin pensar—. Espero se repita, pronto.

La veo irse de la cabaña y cerrar la puerta. Todo queda en silencio y soy vagamente consiente de la rápida palpitación que tiene mi corazón.

Una sonrisa se extiende en mi rostro y aparece, rio y niego con la cabeza. El rostro de _______ aparece en mis pensamientos.

<< Eres hermosa, muy hermosa >>

Un cosquilleo se presenta en mis labios y mi dedo pulgar lo acaricia un momento.

<< Te quiero volver a besar. Te quiero abrazar, te quiero cuidar. Te quiero junto a mí >>

Pero ¿Por qué?

<< La quieres >> Una voz femenina suena en mi cabeza

Y yo conozco esa bendita voz.

—Afrodita —gruño.

<< Ups, no debí hablar >>

Frunzo los labios y no le digo nada. Me recargo en la pared más cercana y cruzo mis brazos sobre mi pecho.

Lo que dijo Afrodita resuena en mi cabeza.

¿La quiero?

No, eso no puede ser. No llevo tanto tiempo conviviendo con ella, es que

<< La conozco hace mucho tiempo >>

Tallo mi rostro con frustración.

<< Demonios, ¿Qué me está pasando? >>

—Esto es muy complicado.

Cierro los ojos y frunzo el ceño.

Mi mundo se ha puesto patas arribas desde que volviste.

[ Tú ]

Salgo de la cabaña de Nico, el cielo se está obscureciendo dejándome apreciar el color naranja de un hermoso atardecer.

Sonrío mientras empiezo a caminar rumbo a la playa, quiero estar ahí para poder despejar mi mente antes de que suene la caracola.

Al llegar a la playa me siento en la arena, apoyo mis manos detrás de mí y disfruto de la vista que tengo en frente.

Tomo una bocanada de aire y un cosquilleo me consume, mi mente viaja al momento en el que besé a Nico, lo cual ha sido increíble.

Muerdo mi labio y ladeo la cabeza a un lado. El sonido de las olas me relaja y una sonrisa se planta en mi rostro.

No puedo decir exactamente cuánto tiempo ha pasado cuando la caracola suena. Me levanto y trato de apartar la arena que se ha pegado a mi ropa, frunzo el ceño al notar que no logro quitarla toda.

<< Arena, quítate >>

He de decir que adoro la playa, pero me desespera cuando te llenas de arena y no logras quitártela con facilidad.

Al notar que he logrado quitarme la arena empiezo a caminar en dirección al comedor. En medio camino mi panza gruñe, poso una mano en esta y hago una mueca.

Y si te digo que te amo...   (Nico Di' Angelo) (Re- Subiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora