[ Tú ]
Suspiro con cansancio al terminar de limpiar, tallo mis ojos ya que me arden un poco por no haber dormido anoche.
Miro el reloj que está encima de la televisión y hago una mueca al ver que tengo que empezar a arreglarme para ir a mi último día de escuela.
Voy a mi habitación, tomo un conjunto de ropa y lo dejo todo en la cama, sin más, me dirijo al baño donde tomo una ducha algo larga para poder relajarme ya que he estado muy tensa desde la pesadilla.
Paso una mano por mi cabello húmedo mientras me miro en un espejo, ladeo la cabeza satisfecha con lo que me he puesto; una blusa blanca de tirantes, unos jeans oscuros junto unos converse negros y una chamarra igual de color negro.
Me desenredo mi cabello con lentitud y cuando termino, voy en busca de mi mochila para revisar que tenga todo lo necesario.
—¿Qué materia me toca también hoy? —Me pregunto cuando me pongo a analizar si tengo todos mis cuadernos.
Chasqueo mis dedos intentando recordar lo que necesito.
» Quinta hora, química.
Justo en el momento en el que subo el cierre de mi mochila, el timbre suena.
—¡Ya voy! —Grito.
Doy una última mirada a mi habitación para revisar que no me falte nada, al verificar que es así, cuelgo mi mochila en mi hombro y me dirijo hacía la puerta para abrirla. Al hacerlo, mis ojos divisan a Sandy, mi única y buena amiga.
A Sandy la conocí hace dos meses, ella no me rechazó, aunque supo que yo sufro de dislexia y THDA. Ella fue linda desde el primer momento en el que nos conocimos, y siempre ha tratado de apoyarme cuando tengo problemas por mi dislexia o THDA.
He sido juzgada, rechazada y abandonada a lo largo de mi vida lo cual ha dejado una fea marca en mi corazón.
Un ejemplo claro del abandono, son mis padres. A mi madre nunca la conocí ya que ella nos dejó a mí y a mi padre cuando yo nací.
Mi padre murió cuando tenía 14 años. Desde temprana edad tuve que madurar por las situaciones que se presentaban en casa. Mi padre fue un hombre que recayó en el alcohol y desde eso, todo se vino abajo. Empezamos a tener problemas de dinero, y cómo tomaba, se ponía histérico y muy agresivo.
A pesar de los problemas de dinero, él aun así seguía pagando mi escuela, aunque no pagaba tanto ya que yo había conseguido una beca, la cual aún poseo por mis buenas notas, llegó un punto en mi vida; exactamente a los once años, en la que tuve que ponerme a trabajar a escondidas de él para poder ganarme mi propio dinero y empezar a gastarlo en mis necesidades ya que mi padre luego no me daba nada.
Lo poco que ganaba en la fábrica en la que trabajaba, lo guardaba y cuando era necesario, tomaba un poco para algunos gastos; específicamente, mis necesidades básicas. Mi padre siguió tomando gastándose así, el dinero que ganaba en su trabajo, él era capaz de gastarse todo el dinero en un día lo cual era horrible porque se debía pagar mensualmente los gastos de la casa.
Tiempo después, él perdió su trabajo y las cosas empeoraron.
Quiero aclarar que mi padre no fue siempre así. Él fue bueno, durante un tiempo. Fue a los ocho años cuando mi padre, él que creí que era un súper humano amable y bondadoso, se convirtió en mi propio monstruo, en la razón de mis pesadillas.
Algunos tenían a monstruos bajo su cama, yo tenía a un padre alcohólico que me maltrataba.
Recuerdo de los 12 años...
ESTÁS LEYENDO
Y si te digo que te amo... (Nico Di' Angelo) (Re- Subiendo)
FanficPesadillas. Recuerdos. Tal vez para una persona normal esas cosas son totalmente diferentes, pero en el caso de ________ ambas van de la mano. Porque fue un sueño el que desató toda la verdad, que reveló tanto pero a la vez nada. Y eso_________...