Capítulo 22

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[ Tú ]

Giro la perilla y entro con lentitud. Cierro la puerta detrás de mí y me sorprendo al ver a varios de los dioses del Olimpo.

Camino observando a la gente a mí alrededor y tratando de buscar a mi yo de este recuerdo. Me sobresalto al escuchar un chillido.

— ¡Gracias, muchas gracias! —Camino con rapidez al reconocer mi voz.

Me detengo cuando me veo a mí en el recuerdo abrazando con mucha fuerza a Hermes quien ríe complacido por la situación.

—Veo que si te gustó tu regalo.

— ¿Bromeas? Me ha encantado.

Apolo bufa mientras rueda los ojos.

—Ni que estuviera tan genial.

—Sigue diciéndote eso Apolo, no cambia el hecho de que me ha encantado —se burla la chica.

— ¡Abran paso! Mi regalo será el mejor de todos —grita Hefesto llegando con una caja en sus manos.

Sonrío cuando observo a la chica abrir con entusiasmo el regalo y reír encantada al ver lo que le dio Hefesto.

La chica empieza a platicar con Apolo sobre algo hasta que alguien llega por detrás y le tapa los ojos. La chica tantea un poco.

— ¿Quién eres? —Pregunta la chica.

—Mi niña —Afrodita se coloca delante de la chica y toma las manos de ella cuando esta las pone sobre las de la persona que le está tapando los ojos—. Este es mi regalo, espero te guste.

Miro a la persona que le está tapando a la chica y mi corazón late con fuerza.

Afrodita se aleja y la persona que le está tapando los ojos a la chica retira sus manos, esta se voltea, chilla y se abalanza a la persona que acaba de ver.

— ¡Viniste! —Exclama la chica.

—Felices catorce, mio Angelo.

<< Así que esta es la dichosa fiesta de cumpleaños de la que hablaron en el anterior recuerdo. >>

Mi corazón se derrite al escuchar a Nico hablando en italiano. Lo confieso, es un deleite. La chica se aleja y mira a Nico.

—Creí que no vendrías.

—Si bueno, Afrodita logró que lo hiciera.

La chica se gira y abraza a Afrodita con fuerza.

—Muchas gracias Tía Dita, sin duda este ha sido el mejor regalo.

—No agradezcas, mi niña.

— ¡Esto es injusto! —El grito de Apolo hace que la chica se aleje de Afrodita—. Si hubiera sabido que el traer al niño iba a ser el mejor regalo para _______ no me hubiera esforzado tanto en escribirle varios Haikus a la niña —refunfuña el dios.

La chica ríe y se acerca al dios para darle un beso a la mejilla.

—Tu regalo me ha gustado mucho, he de decir que has avanzado mucho en eso de los Haikus.

Apolo le sonríe.

—Gracias preciosa.

La chica le guiña un ojo.

—Sabes que te quiero.

—Sí, y que soy tu favorito.

La chica ladea la cabeza.

Y si te digo que te amo...   (Nico Di' Angelo) (Re- Subiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora