Capítulo 04

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[ Nico ]

Cuando llegamos a casa de la chica una sensación rara recorre todo mi cuerpo y cuando miro a __________ mis ojos se abren como platos.

Esta sangrando.

—_________, ¿Qué te pasó en el brazo? —Pregunto acercándome a ella.

—El monstruo, me lastimó. —Ella se tambalea un poco hacia atrás y camino más hacia ella.

—Tenemos que darnos prisa, la falta de sangre te está afectando. —Digo. —¿Dónde está tu cuarto?

—Arriba, segunda puerta a la derecha. —Murmura y se vuelve a tambalear, la tomo de la cintura y la acerco a mí para ayudarla a pararse bien.

Con dificultad subimos las escaleras, abro la puerta de la habitación; que no es muy amplia, pero tampoco pequeña, enfrente hay una cama matrimonial con edredón de color morado que tiene almohadas blancas, justo a un lado hay un pequeño cajón de color igual morado en el cual encima tiene una lámpara, las paredes son de color celeste, se encuentra un escritorio como a 3 metros de la cama con unas hojas regadas, a lado de ese escritorio hay dos puertas.

La siento en la cama y justo cuando voy a pronunciar una palabra, fuertes golpes se escuchan.

—Vuelvo pronto, iré a investigar. Trata de hacer la maleta con todo lo necesario. —Aviso rápidamente, ella respira con dificultad.

Frunzo los labios al notar que la mancha es grande.

Sangre

Mucha sangre

Salgo de la habitación y bajo las escaleras rápidamente, los golpes se hacen cada vez más persistentes, como si trataran de derribar la puerta hacia abajo.

Abro la puerta y lo primero que mis ojos ven es a una Dracaenae.

—Entrégala semidiós, si es que quieres que te deje vivir. —Dice con voz escalofriante, pero yo no me inmuto.

—En tus sueños. —Digo, saco mi espada y en menos de lo que espero, un polvo amarillo se encuentra en el suelo.

Jadeo mientras guardo mi espada, cierro la puerta y subo a la habitación.

Al llegar, veo que _________ está cerrando su mochila. La escucho jadear consecutivamente.

<< Esto no es bueno >>

—¿Lista? —Pregunto acercándome con pasos largos.

Ella sin decir nada, asiente levemente.

Se coloca la mochila en el hombro, ella me mira y frunce el ceño, abro la boca para comentar algo, pero ella se tambalea y cae sentada en su cama. Gime de dolor y cierra los ojos con fuerza.

—Duele. —Murmura.

—Lo sé, lo sé. Solo tienes que aguantar un poco más ¿Si? —Ella asiente y me acerco para sostenerla de la cintura. —Bien, vámonos.

Hago un viaje sombra en dirección al campamento mestizo.

Cuando llegamos, un pequeño mareo me consume lo que provoca que el agarre que tengo en _________ se afloje y la deje caer.

Ella al caer al suelo, vomita.

<< Oh no >>

Sangre

—¡Will, ven rápido! —Grito mientras me arrodillo en frente de ________ y tomo su rostro entre mis manos.

Sus labios están manchados de sangre, jadea fuertemente.

Y si te digo que te amo...   (Nico Di' Angelo) (Re- Subiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora