Y si te digo que te amo... (Nico Di' Angelo) (Re- Subiendo)

Capítulo 05

[ Tú ]

Mis parpados se empiezan abrir con lentitud, unas fuertes punzadas se presentan en mi cabeza por lo que suelto un quejido y paso una mano por mi frente. Parpadeo constantemente para que mi visión se haga más clara ya que veo las cosas un poco borrosas.

—Hola, ¿Cómo te sientes? —Pregunta el chico de la otra vez. Suelto un quejido.

—Como si mi cabeza quisiera explotar. —Respondo mientras me siento y me recargo en la almohada.

—Toma. —Me entrega un frasco con un líquido en el, miro el contenido con extrañeza.

—¿No es veneno verdad? Espera ¿No quieres matarme, cierto?

El chico ríe y me mira de manera divertida.

—Es una droga para que vuelvas a estar inconsciente y te pueda sacar los órganos. —Bromea.

—Uh, eso es retorcido. —Sonrío de manera breve y miro el frasco que estoy sosteniendo. —Pero ya en serio, ¿Qué es? —Pregunto.

—Néctar. —Responde mientras se levanta y se pone hacer algunas cosas.

—¿Néctar? —Pregunto muy extrañada mientras analizo el líquido.

—Sí, tómalo. Te hará bien. —Responde dándome una sonrisa.

Levanto una ceja y las punzadas en mi cabeza se incrementan. Acerco el frasco a mi nariz y huelo el dichoso néctar.

—Vamos __________, es néctar. —Ladeo la cabeza y antes de que me arrepienta, tomo el líquido.

Abro los ojos como platos al saborear lo delicioso que esta.

» De acuerdo, yo necesito más de esto en mi vida.

Suspiro cuando empiezo a sentir como las punzadas van disminuyendo, el chico lindo se acerca a mí y yo le entrego el frasco vacío. Lo deja quien sabe dónde y voltea a verme.

—Bien, revisaré la herida en tu brazo ¿De acuerdo? —Pregunta, yo asiento levemente.

Mientras él hace lo que tiene que hacer, una duda cruza por mi cabeza.

—Oye, niño bonito. —Llamo al chico y él voltea a verme de manera divertida.

—¿Niño bonito? —Cuestiona levantando la ceja.

—Sí, ¿Te has visto alguna vez en un espejo? Eres atractivo para la vista, estoy segura que muchas chicas están detrás de ti. Pero bueno, eso no es el punto ¿Te puedo hacer una pregunta?

—La acabas de hacer.

Ruedo los ojos. —No uses esa táctica conmigo, ya está muy usada.

Él sonríe y ladea la cabeza.

—Bien, haz tu pregunta.

—¿Qué fue lo que me pasó? —Pregunto.

El chico toma unas cosas y se levanta de su asiento.

—Estabas muy alterada, gritabas y pataleabas mucho. Te estabas haciendo daño y yo intenté calmarte, pero no me escuchabas. —Hace una breve pausa. —Tuvimos que usar al final un calmante.

Me quedo callada y solo asiento con la cabeza.

<< Pesadilla, lo que me alteró fue una pesadilla. >>

—Bueno, la herida va muy bien. Ya casi sana por completo. —Dice el chico.

—¿En serio?

Él asiente. —Si.