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NARRA JADE

A la mañana siguiente desperté con mucha energía. Me di una ducha, tomé desayuno tranquilamente, y me dirigí a casa de mi madre.

- Hola Olivia - saludé a la mucama que me había recibido en la puerta.

- Hola señorita Thirlwall... Su madre está en el jardín trasero, sígame - me indica con una sonrisa en su rostro.

Caminamos hasta el jardín y ahí la vi. Estaba sentada en una silla bajo un árbol. Tenía los ojos cerrados, pero no estaba dormida. Parecía estar meditando, o eso es lo que siempre pensé.

Recuerdo que cuando era niña, solía verla todas las tardes en este mismo lugar y en las mismas condiciones. Pero yo era muy pequeña para entender que cada persona necesitaba un tiempo a solas para pensar y tal vez relajarse, por lo que siempre llegaba a interrumpir su momento de paz.

Lamentablemente esta vez tendría que hacer lo mismo. Me acerqué los más sutil que pude y posé mi mano en su hombro.

- Buenos días Ma - ella abrió los ojos y me sonrió. Se paró de su silla y me abrazó.

- ¿Como estás hija? - pregunta mirándome con dulzura.

- Muy bien ¿y tú? - pregunté de vuelta.

- Bien - respondió con esa humilde sonrisa que la caracteriza.

Nos adentramos en la casa. Ella le iba a pedir a Olivia que cocinara algo, pero yo la detuve. Le dije que este almuerzo sería especial, así que yo cocinaria. Al principio me miró extrañada, pero termino cediendo, incluso se ofreció a ayudarme. Así estuvimos cocinado entre risas y bromas hasta que sonó el timbre de la casa. Olivia se estaba dirigiendo a la puerta, pero otra vez la detuve. Mi mamá me miró con el ceño fruncido, pero luego me sonrió.

Al abrir la puerta me encontré con un feliz y emocionado James.

- Hola Jadey - Mi hermano mellizo me abrazó fuertemente, yo le correspondí sin pensarlo dos veces.

Al separarnos me di cuenta de la presencia de Margaret y de dos pequeños niños detrás de ella. - Jade, ella es mi esposa Margaret. Margaret esta es Jade, mi hermana melliza.

- Es un gusto al fin conocerte Margaret - dije para después saludarla con un beso en la mejilla.

- Lo mismo digo... James no para de hablar de ti - sonrió cómplice a su esposo.

- Awww ¿enserio? - mire con ternura a mi hermano, el se veía avergonzado, lo que hizo que soltara una carcajada.

- No te rías - regañó James - Bueno... estos son mis hijos - alargó su brazo para que el niño tomara su mano - Este es Joe.

- Hola pequeñín - me agaché para quedar a su altura.

- ¿Tú eres la tía Jade? - preguntó Joe tímidamente.

- Si, soy yo - respondí acariciando su cabeza. El sonrió y se lanzó a mis brazos. Yo gustosa le devolví el abrazo, es tan tierno.

Había hablado por video llamada muchas veces con este pequeñín, así que reconoció mi rostro.

- Y está de aquí - dijo mi hermano tomando a la niña en brazos - Es Ava.

- Vaya, es hermosa - me acerque para acariciar la mejilla de mi sobrina. Ella solo soltó una risita emocionada ya que aun no sabia hablar - Bueno... mamá está en la cocina, entren.

Dejé que ellos pasaran primero. Nos dirigí a la cocina, pero les hice una señal para que no hicieran ruido y se escondieran.

- Maaa - canturreé para llamar su atención, ella volteó a verme con el ceño fruncido- Te tengo una sorpresa.

Al decir eso mi hermano salió de su escondite y corrió a abrazar a mi madre.

- James, que bueno que estas acá - dijo emocionada.

- Me alegra que al fin estemos los tres juntos - dijo mi hermano, mientras estiraba su mano para que me uniera a su abrazo.

Me acerqué a ellos y compartimos un hermoso abrazo familiar.

- ¿Trajiste a los niños? - preguntó mi madre al separarnos del abrazo.

- ¡Margaret! ¡niños! ¡salgan! - gritó mi hermano. Todos los nombrados aparecieron en la cocina.

Mi madre fue a abrazar a los pequeños y saludó a mi cuñada con un abrazo y un beso en la mejilla. Al parecer la adoraba.

Terminamos de hacer el almuerzo y nos sentamos todos en la mesa. Al fin estaba toda la familia junta, y yo no podía estar más feliz.

NARRA PERRIE

Hoy tengo el día libre, así que estaré en casa todo el día viendo series y películas. Para que no sea tan aburrido decidí invitar a Jesy, ella aceptó con la condición de que ordenara algo para comer y eso hice.

La comida llegó antes que Jesy por lo que me dio tiempo de arreglar todo. Veinte minutos más tarde el timbre de la puerta sonó, fui a abrir y mi amiga estaba ahí.

Pusimos la primera película y empezamos a comer del sushi que había ordenado. Nos reímos demasiado con esa película, lo que era obvio pues aparecía Adam Sandler. La estaba pasando de maravilla con mi mejor amiga.

Love me baby, please IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora