30

851 53 2
                                    

NARRA JADE

Luego de una larga sesión de besos y caricias con mi rubia, decidimos ir a la habitación de la pequeña Brooke. Ambas nos paramos frente a la puerta y logramos escuchar la tierna risa de la niña que se encontraba jugando felizmente al otro lado. Luego de unos segundos Perrie decidió abrir la puerta.

- ¿Que haces Brooke? - fue lo primero que preguntó mi novia al entrar.

- Juego a los astronautas con Hatchi - respondió la pequeña mientras tomaba al animal en brazos y lo elevaba al cielo.

- ¿Quieres ser astronauta cuando crezcas? - pregunté acercándome lentamente a la niña y al animal.

- Si, me gustaría ir a la luna y usar uno de esos enormes trajes de astronautas - dijo tímidamente, pero podía ver la ilusión que eso le hacía - ¿Ya terminaron de hablar? - preguntó mirando a Perrie y luego a mi.

- Si peque, ya terminamos de hablar - respondió Perrie con una linda sonrisa que casi me derrite por completo. No sé como sobreviví dos días sin ella.

- ¿Y...? ¿Ya se hicieron novias? - preguntó la pequeña como si fuera lo más normal del mundo.

Perrie y yo nos miramos para luego empezar a reír.

Creo que ambas nos sorprendimos por esa pregunta, pero aún así nos causó gracia que una niña de cinco años actuara normal frente a este tema. Aún hay adultos que están en contra de la homosexualidad y no son capaces de aceptarla.

- ¿Y tú como sabes eso? ¿Ah? - preguntó la ojiazul una vez nuestras risas pararon.

- Se ven muy lindas juntas - dijo ella tímidamente - Se nota que se quieren mucho - sonrió con complicidad y prácticamente corrió hasta la cama de la habitación.

- ¿No te parece raro ver a dos mujeres juntas? - pregunté mientras me acercaba a dónde estaba la pequeña castaña. Ella negó con su cabeza y comenzó a jugar con sus manos.

Miré a la rubia y le sonreí con ternura. Me devolvió la sonrisa y se acercó a nosotras.

- ¿Te gustaría que ambas fueramos tus madres? - preguntó Perrie sentándose en la cama junto a Brooke. Yo copié su acción y me senté al otro lado de la ojiverde.

- ¿Es enserio? - nos miró a ambas con emoción. Me derretí de amor.

- Claro que es enserio - respondí acariciando su cabecita.

- Me gustaría mucho que ustedes fueran mis mamis - dijo abrazandonos a ambas por la cintura.

Aproveché de besar tiernamente los labios de mi novia por encima de la pequeña.

Luego de ese tierno momento, decidimos que sería buena idea desayunar algo pues ninguna lo había hecho. Perrie se encargó de hacer hotcakes mientras yo entretenía a Brooke. Pusimos canciones de Disney y empezamos a bailar por toda la sala.

A veces ibamos a la cocina a molestar un poco a la rubia que preparaba el desayuno, en algunos momentos paraba a robarle pequeños besos y tiernos abrazos. Fue la mejor mañana de mi vida.

NARRA PERRIE

- ¿Cómo lo haces para ir a trabajar? - preguntó la morena frente a mi.

Luego de desayunar y ver películas en mi departamento decidimos que ya era hora de almorzar. A petición de la pequeña ojiverde, vinimos a una pizzeria cerca de mi edificio. Nos sentamos en una mesa al lado de una ventana, yo me senté frente a Jade y la niña se sentó al lado de ambas. Pedimos pizza con peperoni y la verdad estaba deliciosa.

Jade y yo ya habíamos terminado de comer nuestra porción, estábamos esperando a que la pequeña niña terminara la suya.

- Bueno... No he ido a trabajar aún - respondí mirando a la niña que comía tranquilamente su pedazo de pizza.

- ¿Es enserio? - preguntó Jade notablemente sorprendida.

- Si... solo falté dos días, no es para tanto - dije al ver que sus ojos se abrieron tanto que parecía que se le iban a salir de la cara - Además, puedo pedir un permiso para trabajar desde casa por un tiempo.

- Pues hasta que no consigamos a alguien que la cuide, vas a tener que trabajar desde casa amor - dijo ella. Sonreí al escuchar como me había llamado.

- Así será - le sonreí a mi novia tomando su mano sobre la mesa para depositar un pequeño beso en ella.

Luego de unos largos minutos, Brooke al fin terminó de comer. Pagué la cuenta, a pesar de que Jade se opuso, y salimos hacia un parque que había cerca del lugar. Empezamos a caminar por el parque con nuestras manos entrelazadas mientras la pequeña castaña corría de un lado a otro. Parecíamos una pequeña familia feliz.

- ¿Cuándo haremos el papeleo para adoptarla? - preguntó Jade al ver que la niña se alejó de nosotras para ir a jugar un rato.

- No había pensado en eso - dije y era verdad, no tenía nada planeado aún - Primero tenemos que saber de dónde escapó - ella asintió de acuerdo conmigo.

Nos sentamos en una de las bancas y empezamos a mirar como jugaba nuestra pequeña niña.

- Es tan linda - murmuró mi novia sin dejar de mirar a Brooke jugar.

- ¿Más linda que yo? - pregunté en forma de broma haciendo un mini puchero con mi labio inferior.

- Mmm puede ser - dijo mirándome con diversión.

- Eres idiota - golpeé su hombro y me crucé de brazos fingiendo estar enfadada.

- Oh vamos Pez, no te enojes - dijo ella envolviendo mi cintura con sus brazos y dejando un pequeño beso en mi cuello - Eres la mujer más hermosa de este mundo - susurró muy cerca de mi oído.

Me volteé para verla y le sonreí. Acerqué lentamente mi rostro al suyo y la besé con ternura.

Así estuvimos, entre besos y risas, mirando a Brooke divertirse como por veinte minutos más. Luego la pequeña llegó a nuestro lado con la respiración agitada pues no había parado de correr. Jade la tomó en brazos, la elevó hacia el cielo y empezó a darle vueltas mientras ambas reían, de inmediato saqué mi celular y capturé el momento en una linda fotografía.

Luego de comer un helado, a petición de mi novia, nos fuimos las tres de vuelta a mi departamento.

Ese fue oficialmente el mejor día de mi vida.

Love me baby, please IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora