Love me baby, please II

16

NARRA PERRIE

Ese tal Andrew, literalmente estaba desnudando a Jade con la mirada. No lo iba a permitir, ella es demasiado para él.

Al tomar la mano de Jade, esta me miró confundida al principio, pero después pareció entender lo que sucedía. Y no sé si fue mi imaginación, pero puedo jurar que me miró enfadada.

La cena al fin había llegado. Empezamos a comer en silencio. El ambiente estaba algo tenso entre nosotras. El rostro de Jade estaba serio y ni siquiera podía mirarme a la cara. Se dedicaba a mirar su plato de comida, o mirar hacia el enorme ventanal.

- Oye - me sorprendió escuchar su voz, creí que seguiríamos en ese incómodo silencio.

- ¿Que sucede? - pregunté antes de llevarme la copa de vino a la boca.

- ¿Que fue ese teatrito que armaste hace un rato? - preguntó tratando de no levantar tanto la voz.

- ¿No te diste cuenta como te estaba mirando ese chico? Te estaba comiendo con la mirada, Jade - dije lo más tranquila que pude - Hasta un ciego se hubiera dado cuenta.

- Si, me di cuenta de cómo me miraba - dijo - Pero eso no te da el derecho para fingir que somos novias.

- ¿Querías que ese pervertido siguiera mirándote de esa forma? - pregunté algo exasperada.

- No, no lo sé - parecía confundida - De todas formas, no tienes derecho a quejarte ¡tú estabas coqueteando hace un rato! - me acusó apuntandome con el dedo indice.

- ¿Ah si? ¿Y con quién? si se puede saber - pregunté con notable enojo en mi voz.

- ¡Con el hombre de traje que nos trajo a esta mesa! - dijo un poco alterada.

- Creo que estas confundida Jade, yo no estaba coqueteando con nadie, y mucho menos con él - me defendí.

- Oh ¿enserio? - preguntó con notable ironía en su voz- "¿Que nos recomiendas?" - dijo en un tono de voz bastante agudo. Creo que estaba intentando imitar mi voz, lo que me causó un poci de gracia.

- ¿Así se supone que es mi voz? - pregunté un tanto divertida.

- ¡Si! - dijo alzando su tono de voz.

Un par de personas se voltearon a ver hacia nuestra mesa. Pude ver la vergüenza en el rostro de Jade, así que decidí calmar un poco las cosas.

- Okay, perdón, pero enserio mi intención no era coquetear con ese hombre - me disculpé suavizando mi tono de voz.

Ella levantó la vista de su plato y me miró con una pequeña y tímida sonrisa en su rostro. Me derretí de la ternura.

- Todo esto es estúpido - dijo ella para luego soltar un largo suspiro - Ni siquiera se por qué nos molestamos...

Se perfectamente por qué me molesté, pensé.

- Tienes razón, es completamente absurdo - estuve de acuerdo con ella.

- Toda esta situación me recordó a algo - dijo ella soltando una risita al final de la frase.

- ¿Que cosa? - pregunté mirando a la castaña frente a mi, con una sonrisa.

- Estábamos comiendo en un restaurante de Bora Bora, y el mesero no paraba de mirarme - de inmediato me acordé de ese momento - hiciste exactamente lo mismo que hace un rato.

- Si, pero esa vez no te enfadaste conmigo por haberlo hecho - recriminé en un tono burlón.

- Ya sé, ya sé - respondió con una expresión divertida en el rostro - Pero ya pasó ¿ok?

- Ok - dije para luego tomar mi copa y alzarla, ella imitó mi acción - Por los incómodos momentos en restaurantes con comida deliciosa - brindé.

- Salud por eso - dijo ella, y chocamos nuestras copas de vino.

Luego de eso, la tensión que había entre nosotras desapareció por completo. Ella me contó que había sido de su vida en los últimos ocho años, y yo hice lo mismo.

- ¿Cómo está Jed? - preguntó con intriga.

- Pues disfrutando su vida de músico - dije para luego soltar un risa - Está de gira por America con su banda.

- Vaya, eso no me lo esperaba - dijo sorprendida.

- Créeme, nadie se lo esperaba - reí un poco, pues era verdad. Todos estábamos seguros de que mi hermano sería el médico en la familia, pero en vez de eso, decidió seguir su verdadero sueño, la música.

- ¿Y Emma? - preguntó de nuevo.

- Está en su último año de medicina - expliqué con orgullo - Le va bastante bien, y se nota que le apasiona.

- Eso es genial - dijo ella con una brillante sonrisa en su rostro.

Estaba disfrutando de la velada, hasta que Jade sacó un tema del que no me gusta hablar mucho.

- ¿Cómo está tu madre? - gracias a Dios no tenia vino en mi boca pues, de ser así, lo hubiese escupido todo.