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NARRA JADE

Miré la hora en mi celular y ya eran las cinco de la mañana. Aún tenía a Joe en mis brazos durmiendo, por lo que tuve que despertar a mi hermano para que se encargara del pequeño.

Bajé por el ascensor y me dirigí a la salida del hospital pues tenía que hacer un par de llamadas telefónicas.

Primero llamé a la clínica avisando que no iría a trabajar por asuntos familiares. Luego llamé al doctor Elliot pidiéndole que por favor atendiera a los pacientes que me correspondían ese día. Luego de terminar esas dos llamadas me quedé ahí parada mirando el cielo, pidiéndole a quien sea que esté allá arriba que todo esté bien con mi madre.

Luego de unos minutos el sonido de mi celular interrumpió mis pensamientos. Me sorprendí al ver la foto y el nombre de Perrie en la pantalla, pero sin dudar contesté la llamada.

- ¿Perrie? - mi voz salió más ronca de lo que esperaba.

- H-hola Jade ¿estás bien? - se oía realmente preocupada, lo que hizo que mi corazón se encogiera.

- S-si estoy bien - dije con dificultad.

- ¿Dónde estás? Vine a tu departamento pero no te encontré - me golpeé mentalmente, pues olvidé avisarle que tuve que salir de la ciudad por una emergencia.

- Estoy en South Shields ahora - respondí frotando mi frente con mis dedos.

- ¿Qué? ¿Que haces allá? - preguntó notablemente confundida.

- Solo tuve una emergencia - no quería hablar de aquello por teléfono así que preferí no dar detalles.

- ¿Qué ocurrió? ¿Todos están bien? - se volvió a escuchar preocupada.

- Luego te explico, ahora tengo que irme - dije al ver a James parado en la entrada del hospital mirando de un lado a otro - Aún no sé cuándo volveré a Londres, pero te avisaré ¿ok? - caminé hacia donde se encontraba mi hermano.

- O-ok - parecía estar confundida por mi actitud pero realmente no podía explicar todo en ese momento.

- Está bien, adiós Perrie, te a... - preferí no terminar la frase, pues no sabía si ella seguía enfadada conmigo.

- Adiós - dijo ella en un tono apagado y luego cortó la llamada.

Me puse de pie frente a James.

- ¿Que sucede? - pregunté al ver su rostro impaciente.

- Te estaba buscando. El doctor ya nos dió los resultados del estudio que le hicieron a mamá - dijo el bajando la cabeza.

- ¿Y? - pregunté para que él continuara hablando.

- ¿Recuerdas que hace más de un año le diagnosticaron artrosis? - asentí lentamente con mi cabeza - Pues el diagnóstico fue erróneo, ella en realidad tiene lupus, lo que hizo que tuviera un derrame cerebral - explicó, lo miré con preocupación tratando de tragar el nudo en mi garganta - Pero será tratada y todo
estará bien ¿ok? - completó al ver la angustia en mi rostro.

- Está bien - respondí con la voz temblorosa.

- Oh hermanita, ven acá - me acercó a su cuerpo y me envolvió en sus brazos - Todo estará bien. Mamá es la mujer más fuerte que conozco, ella saldrá adelante así que no te preocupes - acariciaba lentamente mi espalda - Por favor no llores.

Me alejé un poco y limpié un par de lágrimas que habían bajado por mis mejillas. Lo miré y le sonreí levemente.

- Lo siento, estoy un poco abrumada - expliqué tratando de contener las lágrimas que amenazaban con volver a salir.

Love me baby, please IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora